El Secretario General de Naciones Unidas condenó la decisión del gobierno de Yemen de expulsar al representante del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. También expresó su preocupación por la seguridad del personal nacional e internacional que permanece en el país.
Ban Ki-moon recordó que el pueblo de Yemen ha sufrido graves violaciones de derechos humanos. El Alto Comisionado se dedica precisamente a investigar y documentar esas violaciones, mientras trata de fortalecer la justicia y la rendición de cuentas.
El Titular de la ONU aseguró que al impedir el trabajo de Naciones Unidas en Yemen, el gobierno está incumpliendo sus obligaciones. "Esto sólo puede ser perjudicial para el regreso del país a la paz y la estabilidad", dijo en un comunicado de prensa.
A su vez, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos urgió este viernes al gobierno a revertir su decisión, argumentando que la expulsión del representante es "injustificada, contraproducente y perjudicial para la reputación del gobierno y sus aliados en la coalición".
"Nuestra función no es poner en evidencia las violaciones cometidas por una parte e ignorar las cometidas por la otra", aseguró Zeid Ra'ad Al Hussein en un comunicado. "Desafortunadamente, ambas partes han cometido claras violaciones, que han resultado en la muerte de 2.800 civiles en los últimos 9 meses", añadió.