UNICEF y el gobierno del Reino Unido han unido fuerzas para atender a más de 65.000 niños en dos provincias de Siria, respaldando la situación de seguridad sanitaria en unas 80 escuelas.
Según cifras de la ONU, unas 95.000 personas han huido de áreas en conflicto, como Aleppo, Homs y Damasco, a las provincias de Tartous y Latakia. Pero la llegada masiva de niños desplazados a las escuelas en estas áreas, ha puesto bajo presión la capacidad de las instalaciones sanitarias de estos colegios, ya de por sí precarias.
El proyecto de UNICEF y el Reino Unido se centra en la provisión de retretes limpios para niños y niñas, agua potable en los recintos escolares y programas de higiene. Los niños también reciben pastillas de jabón y champú antipiojos.
Un representante de UNICEF aseguró que mejorar las condiciones sanitarias en las escuelas contribuye a frenar la propagación de enfermedades contagiosas. También mejora los niveles de asistencia de los alumnos.