AVN.-Productores agrícolas del estado Lara, en el Centro-Occidente del país, consideran que la Ley de Semillas, sancionada el 23 de diciembre pasado por la Asamblea Nacional (AN), será un valioso instrumento para volver a las raíces del campo venezolano.
Félix Peña es productor de café en Juárez, una de las parroquias rurales del municipio Iribarren (Barquisimeto). "Esta ley garantiza el uso de las semillas originarias que han utilizado nuestros ancestros campesinos", aseveró.
Agregó que la instrumentación de esta ley "permitirá la no degenaración de las semillas y la lucha en contra del uso de los transgénicos, que atentan no solamente en contra de la producción campesina y los suelos nacionales, también en contra de la salud del pueblo".
Las semillas híbridas "desaparecen en la primera cosecha porque no pueden almacenarse ni guardarse. En cambio, la semilla originaria uno la guarda y preserva sus genes y se reproducen con mayor fortaleza posteriormente", explicó.
Agregó que igualmente evita el uso abusivo de los agroquímicos, conllevando a una mayor protección del medioambiente
Miría Brito, ota productora de cafe de la parroquia larense de Juarez, dijo que las semillas híbridas están condicionadas por el uso de agroquímicos para su germinación. De lo contrario, agregó, "no da los resultados más óptimos en la producción agrícola, lo que no sucede con la semilla originaria".
Por esa razón, destacó Brito, la Ley de Semillas "es un logro del productor agrícola y un aporte a la producción en el campo".
La Ley de Semillas tiene como propósito contribuir con la producción de alimentos en el país y abrir paso hacia la transición a un modelo ecosocialista.
La ley, con 71 artículos, está fundamentada en el Plan de la Patria 2013-2019, así como en el artículo 305 de la Constitución Nacional, que establece que el Estado debe promover la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral y, en consecuencia, garantizar la seguridad alimentaria.
La normativa legal reconoce en su artículo 4 a la semilla "como ser vivo y parte fundamental de la madre tierra y, por tanto, como objeto y sujeto de derecho y de aplicación de las normas para la preservación de la vida en el planeta y la conservación de la diversidad biológica".
La Ley de Semillas sancionada deroga la Ley de Semillas, Material para la Reproducción Animal e Insumos Biológicos, de 2002.