Los sectores automotriz, alimentario
y de bienes de equipo tiraron en 2015 de las exportaciones españolas,
que crecieron un 4,3% en el conjunto del año y marcaron un nuevo récord
desde el inicio de la serie histórica. Por su parte, el desplome del
precio del petróleo, que ha caído más de un 30% en el último año,
abarató un 30% la factura energética a la que tuvo que hacer frente
España —un país que es importador neto de crudo— y permitió a las
importaciones cerrar el ejercicio con un repunte de solo el 3,7%. El déficit comercial,
que mide el desfase entre compras y ventas en el exterior, se quedó en
24.170 millones de euros, un 1,2% menos que un año antes, según los
datos hechos públicos este jueves por el Ministerio de Economía.
Sin tener en cuenta las partidas energéticas —que tradicionalmente han lastrado la balanza comercial
y que ahora, pese al abaratamiento del crudo, siguen haciendo mella—,
España registra un superávit de 1.911,7 millones de euros. En 2015, la
tasa de cobertura —que mide el volumen de importaciones que se puede
cubrir con lo obtenido por la venta de productos en el extranjero— se
situó en el 91,2%, un 0,5% más que en el ejercicio anterior.
El automóvil volvió a ser el año pasado un sector clave para las
exportaciones españolas. Es el segundo más importante por volumen, solo
superado por el de los bienes de equipo, y fue el más dinámico en 2015,
con un crecimiento del 19,6% hasta los 42.600 millones de euros. Fue el
que más contribuyó al crecimiento de las exportaciones (añadió 2,9
puntos a la tasa de variación anual total del 4,3%).
La alimentación,
las bebidas y el tabaco, el tercer sector de exportaciones, aportaron
por su parte 1,4 puntos tras repuntar un 9% interanual y las
manufacturas de consumo duradero, una categoría en la que se enmarcan
los electrodomésticos, la electrónica y los muebles, aportaron 0,9
puntos tras crecer por encima de la media de las exportaciones (un
18%). En el caso de los bienes de equipo —una categoría que agrupa
desde la maquinaria industrial hasta el ferroviario y aeronáutico
pasando por las telecomunicaciones—, las exportaciones repuntaron el año
pasado un 4,2% hasta los 50.300 millones.
Los únicos sectores que lastraron las ventas exteriores españolas el
año pasado fueron los de productos energéticos (contribución de -2,0
puntos), otras mercancías (-1,0 puntos) y materias primas (-0,1 puntos).
El año pasado, las ventas españolas en el exterior se vieron
beneficiadas por la debilidad relativa del euro frente al resto de
grandes divisas mundiales: entre el 1 de enero y el 31 de diciembre, la
moneda única perdió un 10% frente al dólar y el yen y retrocedió más de
un 5% frente a libra esterlina.
Por zonas geográficas, destaca el aumento de las exportaciones a
América (+7,1%), donde la devaluación del euro frente al dólar se impone
a la mala evolución económica de países como Brasil o Venezuela, y el
fulgurante crecimiento del mercado oceánico (+8,3%) que, sin embargo,
sigue siendo residual en términos absolutos. El principal destinatario
de los productos españoles, el resto de la Unión Europea —de donde proceden más se seis de cada 10 euros que recibe España, cifra que sigue creciendo mes a mes—, compró un 6,4% más gracias a la mejora de los indicadores económicos en países clave, como Alemania y Francia.
Por comunidades autónomas, las que más incrementaron sus
exportaciones fueron Castilla y León (+16,9%), Baleares (+16,8 %) y la
Comunidad Valenciana (+14,9 %). En el lado contrario, los mayores
descensos interanuales se registraron en la Región de Murcia (-11,2%),
Cantabria (-7,7%) y Andalucía (-5,8%).