El veterano Lionel Richie, icono de la música de los años 80, y el rompecorazones Alejandro Sanz, una de las voces más internacionales del pop español, son dos de las estrellas que este año brillarán en el Festival de Viña del Mar, el certamen musical más importante de Latinoamérica.
Con más de 100 millones de discos vendidos y 12 álbumes de estudio, Richie se ha convertido en uno de los exponentes mundiales del soul, funk y el R&B.
El estadounidense nacido en Alabama llega a Chile una semana después de que el mundo de la música le rindiera homenaje en Los Ángeles por su exhuberante y exitosa trayectoria que inició de la mano del grupo de R&B The Commodores, bajo el sello Motown.
Entre sus centenares de hitos musicales destaca la composición, junto a Michael Jackson, de la canción "We are the world" para la campaña solidaria "Usa for Africa".
Por su parte, el madrileño con raíces andaluzas invitará a las chilenas de "corazón partío" a curarse con dosis musicales de almíbar y jarabe de su nuevo álbum "Sirope" (2015), que insufla tonos jazzísticos a su repertorio pop.
Sanz, uno de los artistas más importantes de Hispanoamérica, aterriza en Chile con su cuarto Grammy Latino bajo el brazo, conseguido el pasado diciembre por su nuevo trabajo "Sirope" considerado por la crítica como el mejor disco pop latino del 2015.
El músico italiano Eros Ramazzotti será otro de los protagonistas que encenderá la noche de la ciudad costera con los temas de "Perfecto", el decimotercer disco de estudio de su carrera, además de los grandes éxitos de sus 30 años de trayectoria. EFE