Más de 86,7 millones de niños menores de 7 años vivieron toda su vida en zonas de conflicto, un factor que pone en riesgo el desarrollo de su cerebro, alertó este jueves el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Los niños que crecen en un entorno de guerra y conflicto, como el caso de Siria, están a menudo expuestos a traumas extremos y viven en situaciones de estrés tóxico. UNICEF advierte que este estado inhibe la conexión de las células del cerebro y tiene importantes repercusiones que afectarán su desarrollo cognitivo, social y físico para el resto de su vida.
En un comunicado de prensa, Pia Britto, directora de Desarrollo de la Primera Infancia de UNICEF, denunció que el conflicto priva a los niños de la seguridad, la familia, los amigos y el juego, elementos que potencian el desarrollo y aprendizaje de los menores y que les permite en el futuro contribuir a sus economías y sociedades.
Según UNICEF, un niño nace con 253 millones de neuronas en funcionamiento, pero el hecho de alcanzar la plena cap acidad adulta de mil millones de neuronas conectables depende en gran parte del desarrollo del cerebro durante la primera infancia. Esto incluye la lactancia, la estimulación temprana, las oportunidades de aprendizaje y tiempo para crecer y jugar en un entorno seguro y saludable.