El Observatorio Austral Europeo (ESO) captó una nueva imagen de la galaxia solitaria Wolf-Lundmark-Melotte (WLM), que es tan pequeña y está tan apartada que puede no haber interactuado nunca con ninguna otra del Grupo Local, formado por una docena de galaxias, entre ellas la Vía Láctea.
Tampoco ha tenido contacto con ninguna otra galaxia de fuera de este Grupo local en toda la historia del universo, informó el ESO en un comunicado.
La escena ha sido obtenida gracias a la OmegaCAM, una enorme cámara instalada sobre el Telescopio de Sondeo del VLT, en Chile.
La escena evidencia que la WLM permanece aislada del resto de galaxias ya que se encuentra en los bordes exteriores del Grupo Local, que incluye el sistema de la Vía Láctea, el de Andrómeda, el del Triángulo, y decenas de galaxias de menores dimensiones.
Además, la WLM, situada en la constelación de Ceres, carece de estructura, por lo que se puede clasificar, según la nota del ESO, como una "galaxia enana irregular".
La instantánea también ha permitido conocer que la tonalidad rojiza del halo que rodea la pequeña galaxia indica su avanzada edad estelar; lo que contrasta con las estrellas que se encuentran en su centro, más jóvenes y con un color más azulado.
WLM se extiende unos 8.000 años luz en su mayor envergadura, una medida que incluye un halo de estrellas extremadamente viejas descubierto en 1996.
Pero la WLM fue descubierta mucho antes, en 1909, por el astrónomo alemán Max Wolf e identificada como una galaxia unos quince años más tarde por los astrónomos Knut Lundmark y Philibert Jacques Melotte, de ahí su inusual nombre.
Los astrónomos del ESO opinan que la composición de las galaxias se llevó a cabo de la siguiente manera: las galaxias primitivas interactuaron gravitacionalmente entre sí y, en muchos casos, se fusionaron, acumulándose y formando grandes galaxias.
Para hacerlo más comprensible, lo comparan con "la forma en que las poblaciones humanas se han ido combinando durante miles de años", entremezclándose y estableciendo asentamientos cada vez más grandes, dando lugar, finalmente, a las megaciudades de hoy en día.
Sin embargo, un hecho peculiar de la WLM es que ella se ha desarrollado por sí sola, lejos de la influencia de otras galaxias y estrellas; por lo que los cambios que han ocurrido a lo largo de su vida han tenido lugar, en gran medida, de forma independiente a la actividad desarrollada en otros lugares.EFE