La primera tienda atendida exclusivamente por el robot japonés Pepper, el primero fabricado en serie que es capaz de comunicarse e interpretar emociones humanas, abrió hoy sus puertas en Tokio para poner a prueba las aptitudes comerciales del androide.
El establecimiento, de carácter temporal, permanecerá en la capital japonesa hasta el próximo 30 de marzo bajo el nombre "Pepper darake no keitai shop" ("La tienda de móviles llena de Peppers"), donde diez unidades del robot se encargarán de atender a los clientes, recomendarles los mejores terminales y resolver dudas.
Pepper, que salió a la venta para uso doméstico el pasado junio a un precio base de 198.000 yenes (1.571 euros/1.755 dólares), ya es mundialmente conocido en su faceta de dependiente.
El autómata trabaja desde hace dos años en establecimientos de Nescafé y Softbank, la compañía responsable de su comercialización, además de en concesionarios Nissan, sucursales del banco Mizuho, y comercios y cadenas locales.
Sin embargo, se trata de la primera vez que el androide se pone al frente de una tienda de forma exclusiva como "un primer paso hacia el futuro", dijo Tomizawa Fumihide, presidente de la compañía Softbank Robotics, durante la ceremonia de inauguración del local.
La "pop-up shop" (una tienda que dura poco tiempo abierta en una localización concreta) forma parte de las iniciativas de la compañía para probar y poner en marcha nuevas aplicaciones para el robot con el objetivo de emplearlo en servicios de atención al público y otros sectores como el de la salud y la educación.
Hasta la tienda se han desplazado en su primer día multitud de curiosos y clientes como Tomomi Ota, de 21 años, quien compró una funda para el móvil.
Ota acudió al establecimiento acompañada de su propio Pepper doméstico, que viajaba oportunamente vestido con un chubasquero para prevenir daños por la lluvia, y montado en un carro que su madre la regaló por su cumpleaños.
Su producto se lo facilitó un brazo mecánico instalado en el interior de la tienda, que se encarga de tomar las bolsas con los artículos de una pared habilitada para el uso.
Además de atender al cliente, la tienda cuenta con una sala en la que tres Pepper agasajan a los visitantes con un baile.
EFE