Perú celebra elecciones presidenciales el 10 de abril, pero, a poco más de un mes de los comicios, el panorama de aspirantes está pendiente de los tribunales. Las candidaturas de Julio Guzmán y de César Acuña (por detrás de Keiko Fujimori en las intenciones de voto) fueron anuladas el viernes por carencias en los procedimientos de democracia interna y entrega de dinero a simpatizantes, respectivamente, pero ambos apelarán y continúan con su campaña.
Los expertos creen que la incertidumbre acerca de las candidaturas de Julio Guzmán y César Acuña, a quienes un tribunal electoral excluyó el viernes de la carrera a la presidencia, se deben por lo menos a dos factores: la poca anticipación con que se convoca las elecciones y “un fetichismo normativo que no funciona” para demostrar que un partido es formal o se comporta como debe ser, explica el sociólogo David Sulmont. Sin embargo, analistas y columnistas estiman, además, que en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) hay un criterio político para favorecer a las formaciones políticas más antiguas, como el Partido Aprista o el fujimorismo.
En Perú, el Jurado Electoral Especial Centro 1 (JEE) recibe los pedidos de inscripción de las fórmulas presidenciales y las listas de candidatos al Congreso por Lima, y si sus decisiones no son aceptadas por los postulantes, estos pueden apelar ante el JNE.
El viernes, una resolución del JEE declaró fundadas 10 tachas presentadas por ciudadanos contra la candidatura del tecnócrata Julio Guzmán —segundo en las encuestas— debido a faltas en los procedimientos de democracia interna de Todos por el Perú, la agrupación que encabeza. El partido presentó ayer la apelación ante el máximo tribunal, que el viernes adelantó que resolverá con celeridad la cuestión, pues los comicios son el 10 de abril y el Organismo Nacional de Procesos Electorales debería empezar a imprimir las cédulas de votación el 10 de marzo.
Dinero y mercancía
En diciembre, el Registro de Organizaciones Políticas del JNE declaró no válidos los cambios en el estatuto y en el Tribunal Electoral Nacional de Todos por el Perú, una decisión refrendada en febrero por el JNE, debido a que la asamblea en que se realizaron los cambios fue convocada sin la anticipación de ley y sin quórum de militantes. La formación política apeló con nuevos documentos y el 24 de febrero la candidatura quedó inscrita, pero se abrió el período de recepción de tachas, que fueron admitidas el viernes.
“Frente a partidos caudillistas o informales se le está pidiendo al JNE que genere procedimientos para crear partidos formales, pero se requiere algo más simple, con requisitos más altos para quedarse en el sistema pero que estos sean producto de resultados electorales y no de papeleos”, explica Sulmont a EL PAÍS. “Si la cosa era ponerse reglamentarista, sacar a Guzmán en enero, cuando todavía no alzaba vuelo, no tendría las consecuencias políticas de ahora”, añade.
En el caso del empresario César Acuña, la exclusión de su candidatura se debe a otro motivo. El político de Alianza para el Progreso, tercero en los sondeos de febrero luego de que fueron expuestas las pruebas de plagio en sus tesis de posgrado y en la publicación de un libro entero, entregó dinero en actividades proselitistas en Lima y Piura, y el hecho es una infracción a la ley de partidos políticos.
Los políticos solo pueden entregar en campaña objetos de propaganda electoral valorados en menos de 0,05% de una unidad impositiva tributaria (UIT), unos cinco dólares, y Acuña ofreció dinero en recorridos proselitistas en Lima Este y Piura. Al día siguiente, en cada caso, hizo llegar 2.900 dólares a unos comerciantes y 1.450 dólares a un ciudadano: su explicación fue que se trató de “ayuda humanitaria”. El candidato, al igual que Guzmán, continuó este fin de semana sus actividades y también apelará al Jurado Nacional de Elecciones. EP