El abogado general del Estado brasileño, José Eduardo Cardozo, presentó este lunes la defensa de la presidenta Dilma Rousseff ante una comisión parlamentaria que debate si será sometida a un juicio político y atribuyó todo el proceso a una "venganza".
Según Cardozo, existían "presiones" de Cunha contra el PT y otras formaciones del arco oficialista para rechazar ese proceso, pero su fracaso llevó a esa supuesta represalia.
"Un Gobierno que se curve ante ese tipo de situaciones no tendría ninguna legitimidad", dijo Cardozo ante la comisión de 65 diputados que deberá aceptar o rechazar la denuncia contra Rousseff.
La comisión elaborará un informe sobre el asunto, que se calcula que votará dentro de una semana y, según el resultado, la causa será archivada o pasará al pleno de los Diputados.
Para que el proceso prosiga, una mayoría calificada de 342 votos deberá respaldarlo, para que entonces el Senado, por mayoría simple, decida si da curso al juicio político.