La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó este domingo que no renunciará a su cargo, en respuesta a un editorial publicado por el diario Folha de Sao Paulo en el que se pide su dimisión.
Ante la publicación Rousseff subrayó, “Luché en condiciones difíciles y seguiré haciéndolo ahora en circunstancias más favorables“, manifestó la mandataria de Brasileña, quien reafirmó que continuará respetando las disposiciones de la Constitución y cumplirá con el mandato para el que resultó electa por la mayoría de los brasileños.
Actualmente, Rousseff enfrenta una campaña de desprestigio promovida por parte de sectores opositores, que intentan vincularla con hechos de corrupción en Petrobras (empresa petrolera de Brasil), como parte de una operación de golpe de Estado.
Por ahora, el Congreso evalúa destituirla y, en caso de que la acusación a Rousseff proceda,dicen que la separarán de sus funciones por 180 días, esto como parte de la operación en su contra.
El pueblo brasileño ha salido a las calles a marchar en reiteradas ocasiones para manifestar su rechazo al intento de golpe de Estado contra el Gobierno de Rousseff.