La policía desactivó hoy una bomba artesanal colocada en una sucursal bancaria de Santiago de Chile en la que halló panfletos de grupos anarquistas que hacen alusión a los procesados por la colocación de otra veintena de artefactos en la capital desde 2006.
Así lo confirmaron a Efe fuentes policiales, que explicaron que el artefacto fue colocado dentro de una sucursal del Banco de Chile, situada en el acomodado distrito de Vitacura, en el este de la capital.
Tras recibir una llamada de alerta alrededor de las 10.00 horas (14 GMT) de este miércoles, Carabineros se desplazó hasta la sede bancaria, desalojó la zona y logró desactivar la bomba.
El fiscal Christián Toledo señaló que su composición es similar a la de otro artefacto que tampoco detonó y que fue dejado en 2010 en una sucursal del BancoEstado en el distrito santiaguino de Independencia.
En esta ocasión, según el fiscal, las cámaras de seguridad grabaron el momento en que, pasada la medianoche, un sujeto vestido de negro y con el rostro protegido por una capucha ingresó en el habitáculo del cajero automático y dejó la bomba junto a la puerta.
Los panfletos hallados en el lugar exigen la liberación de los catorce imputados del denominado "caso Bombas", procesados por la colocación de una veintena de artefactos que han afectado a iglesias, organismos estatales o sedes de grandes empresas.
Durante las últimas semanas, la Justicia revocó paulatinamente la prisión preventiva de los procesados y en su mayoría les impuso el arresto domiciliario, mientras el juez, en la preparación del proceso, ha desechado miles de pruebas de la Fiscalía por estar repetidas o ser irrelevantes.
Estas explosiones, por las que no hay aún ningún condenado, han causado varios heridos leves y un fallecido, un joven anarquista muerto en 2009 al estallar la bomba que transportaba en una mochila una noche en el centro de Santiago. EFE
Así lo confirmaron a Efe fuentes policiales, que explicaron que el artefacto fue colocado dentro de una sucursal del Banco de Chile, situada en el acomodado distrito de Vitacura, en el este de la capital.
Tras recibir una llamada de alerta alrededor de las 10.00 horas (14 GMT) de este miércoles, Carabineros se desplazó hasta la sede bancaria, desalojó la zona y logró desactivar la bomba.
El fiscal Christián Toledo señaló que su composición es similar a la de otro artefacto que tampoco detonó y que fue dejado en 2010 en una sucursal del BancoEstado en el distrito santiaguino de Independencia.
En esta ocasión, según el fiscal, las cámaras de seguridad grabaron el momento en que, pasada la medianoche, un sujeto vestido de negro y con el rostro protegido por una capucha ingresó en el habitáculo del cajero automático y dejó la bomba junto a la puerta.
Los panfletos hallados en el lugar exigen la liberación de los catorce imputados del denominado "caso Bombas", procesados por la colocación de una veintena de artefactos que han afectado a iglesias, organismos estatales o sedes de grandes empresas.
Durante las últimas semanas, la Justicia revocó paulatinamente la prisión preventiva de los procesados y en su mayoría les impuso el arresto domiciliario, mientras el juez, en la preparación del proceso, ha desechado miles de pruebas de la Fiscalía por estar repetidas o ser irrelevantes.
Estas explosiones, por las que no hay aún ningún condenado, han causado varios heridos leves y un fallecido, un joven anarquista muerto en 2009 al estallar la bomba que transportaba en una mochila una noche en el centro de Santiago. EFE
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