A primera vista parece un buque de guerra como otro cualquiera, pero no lo es. Está hecho de plástico. Se llama Ramsey y pertenece a la marina británica.
La razón de que esté construido de plástico reforzado con vidrio es para que pueda acercarse a las minas, ya que no envia las señales que los buques de metal mandan.
Por lo tanto, su casco no activa los sofisticados ecos que emiten las minas modernas por lo que puede despejar el camino para otros buques más grandes.
Con 600 kilos de peso y una longitud de sólo 52 metros, Ramsey tiene a bordo un de los equipos de sonares más modernos del mundo que le permiten detectar las minas y eliminarlas.
"Una gran aventura"
Ramsey estará en el Canal de Suez durante los próximos cuatro años.
A pesar de que el buque estará operativo todo el tiempo, su tripulación -integrada por 36 miembros- rotará cada seis.
"Estamos a punto de embarcarnos en una gran aventura que será una experiencia fantástica para toda la tripulación", dijo el capitán del buque, el teniente comandante Alex Bush.
"En una nave tan pequeña como Ramsey tendremos que trabajar en equipo para cumplir con nuestra misión, pero qué misión la de despejar de minas el mar para que nos sigan otros buques", añadió.
"Debemos recordar que el 95% del comercio del Reino Unido es marítimo", dijo el capitán.
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