(EFE).- El rey ha recibido hoy en el palacio de la Zarzuela al académico y escritor Mario Vargas Llosa, a quien concedió recientemente el título de marqués por su “extraordinaria contribución, apreciada universalmente”, a la literatura y a la lengua española.
“¡Don Mario!”, ha exclamado sonriente el jefe del Estado al entrar en el salón de audiencias para dar la bienvenida al ya marqués de Vargas Llosa y, tras saludarle muy cordialmente con un abrazo y posar junto a él para los medios gráficos, le ha invitado a pasar a su despacho para mantener una reunión a puerta cerrada
Mientras aguardaba la llegada de don Juan Carlos, el escritor hispano-peruano ha bromeado con los informadores -”no me esperaba tanta prensa”- y ha comentado en tono distendido que lleva “meses sin parar”, con “demasiados” viajes, desde que fue premiado con el Nobel de Literatura, antes de añadir: “estoy esperando impaciente que venga a relevarme el otro”, en alusión al próximo galardonado.
En el mismo tono, ha reconocido que el Nobel ha constituido “una promoción extraordinaria” para sus libros y ha concluido: “además, los académicos hicieron coincidir el premio con la aparición de mi última novela”.
Don Juan Carlos concedió a Vargas Llosa el título de marqués el pasado febrero, al igual que al seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, al empresario Juan Miguel Villar Mir y al catedrático y ex ministro Aurelio Menéndez.
La última ocasión en que el monarca tuvo ocasión de conversar con el escritor y académico fue el pasado 26 de abril, durante el almuerzo anual ofrecido por los reyes y los príncipes de Asturias al mundo de la cultura en el palacio Real, la víspera de la ceremonia de entrega del Premio Cervantes.
Vargas Llosa, nacido en la ciudad peruana de Arequipa en 1936, es miembro de la Real Academia Española y, además de haber sido reconocido con el Nobel el año pasado, su trabajo ha sido distinguido con los máximos premios hispanos, como el Príncipe de Asturias de las Letras (1986, compartido con Rafael Lapesa), el Cervantes (1994) y el Planeta (1993, por “Lituma en los Andes”).
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