(dpa) - Partidarios del gobierno marcharán mañana por Caracas en repudio a las sanciones aplicadas por Estados Unidos a la empresa estatal PDVSA por sus tratos con Irán, continuando una serie de manifestaciones de repudio a lo que el gobierno calificó de “agresión” del imperio.
La marcha es organizada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) del presidente Hugo Chávez y llegará a la céntrica plaza O’Leary, a pocas cuadras de la casa de gobierno de Miraflores.
En el llamado a la protesta, el PSUV pidió hoy a sus partidarios mantenerse movilizados frente a “esta nueva agresión” de Estados Unidos, con el lema de Venezuela “se respeta”.
El coordinador de movilización del partido, diputado Darío Vivas, dijo que la manifestación saldrá desde el oeste de la ciudad, con miras a expresar el repudio popular a las sanciones.
“El domingo nos vamos a concentrar para iniciar una gran movilización de todas las fuerzas del país junto a nuestro gobierno”, indicó.
La manifestación será apoyada por Chávez y el ministro de Energía y Minas y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, quien pidió el apoyo a la petrolera.
“Vamos a marchar por las calles de Caracas, a demostrar este apoyo solidario y el rechazo contundente a esta agresión estadounidense contra la revolución bolivariana”, dijo Ramírez.
Defensa de la posición de Venezuela
El funcionario defendió la posición venezolana, afirmando que Estados Unidos no puede aplicar sus leyes a PDVSA.
“EEUU no nos puede impedir que tengamos relaciones diplomáticas y comerciales con un socio en la OPEP, como es Irán, y no nos importan, absolutamente, las razones que tengan para querer sancionarnos con sus leyes, que además no pueden pretender aplicar al resto del mundo”, dijo en un encuentro con trabajadores de la petrolera.
Afirmó que la pretensión de Estados Unidos de querer imponer a Venezuela sus leyes, viola el derecho internacional, ya que los procedimientos de PDVSA son un “acto de gobierno”, tienen rango constitucional y por lo tanto deben tener inmunidad.
“El negocio petrolero tiene rango constitucional en Venezuela. Es absolutamente ilegal cualquier sanción. Tenemos una línea de principio de respeto a nuestra soberanía, y no vamos a permitir que nadie la transgreda”, advirtió.
Afirmó que Pdvsa “no es cualquier empresa, tiene que ver con nuestra Constitución y en consecuencia, es una empresa estatal que debe gozar de inmunidad jurisdiccional”.
La sanción
Venezuela envía a Estados Unidos alrededor de 1,2 millones de barriles diarios, la mayoría a tres refinerías que posee y el combustible procesado es distribuido en unos 6.000 estaciones de surtido. El barril venezolano se cotiza a 100 dólares.
Esta semana, el Departamento de Estado norteamericano incluyó a PDVSA en una lista de siete compañías extranjeras sancionadas por hacer negocios en el sector energético con Irán, cuyo programa nuclear sigue enfrentado a la comunidad internacional.
A la empresa venezolana se le acusa de haber entregado “al menos dos cargamentos” de un producto que mezclado con el petróleo mejora la calidad de la gasolina.
Las sanciones le impedirán a PDVSA competir con contratos gubernamentales estadounidenses, aunque no prohibirá la exportación de petróleo a Estados Unidos.
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