La calma retornó a la ciudad de Juliaca, Puno, tras varias semanas de intensas manifestaciones por parte de la población de la zona en contra de las actividades mineras en Huacullani y Kelluyo, provincia de Chucuito; dejando como saldo cinco personas muertas por impacto de bala.
Según informó el corresponsal de RPP Noticias, las actividades comerciales se van normalizando paulatinamente, mientras que la torre de control y oficinas principales del aeropuerto Manco Cápac de Juliaca continúan resguardas por agentes de la Policía Nacional.
En algunas instituciones públicas el Pabellón Nacional fue izado a media asta como señal de solidaridad con los familiares de las cinco personas que fallecieron en las protestas.
Según señalaron autyoridades regionales, las pérdidas económicas en el aeropuerto de Juliaca ascenderían a dos millones de dólares.