Un total de 594 escobas, que representan a cada uno de los 81 senadores y 513 diputados de Brasil, fueron plantadas en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, por una organización no gubernamental para pedir acciones contra la corrupción.
"Congreso Nacional: ayude a barrer la corrupción en Brasil", era el mensaje de la única pancarta que explicaba la llamativa manifestación que atrajo la atención de numerosos transeúntes en Copacabana.
Las escobas, con el palo pintado de amarillo y las cerdas verdes, los colores de la bandera nacional, ocuparon una extensa área de la playa y formaron varias columnas tras dos escobas colocadas junto a dos baldes, un conjunto que hacía referencia a la forma de la sede del Congreso Nacional de Brasil.
La manifestación se produce una semana después de que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aceptase la renuncia de su cuarto ministro salpicado por denuncias de corrupción en apenas nueve meses de Gobierno.
Rousseff, que asumió el pasado 1 de enero, ya perdió a sus ministros de la Presidencia, Agricultura, Transportes y Turismo, y ha advertido que no cesará en su lucha contra la corrupción.
Pese a que los medios de comunicación tildan las seguidas destituciones como una campaña para "barrer la corrupción", la jefe de Estado asegura que no se trata de una iniciativa específica, ya que su posición contra los desvíos de recursos públicos es permanente y no temporal.
La manifestación contra la corrupción en Copabacana fue organizada por Río de Paz, una organización no gubernamental que se ha caracterizado por sus actos contra la violencia en Río de Janeiro.
La misma organización ha sembrado miles de cruces en la playa de Copacabana para recordar a las víctimas de la violencia en Río de Janeiro.
El líder de la organización, Antonio Carlos Costa, dijo que el objetivo de la nueva iniciativa es concienciar a la población para que exija una mayor transparencia en la utilización de dinero público, ya que los desvíos son responsables por la muerte de miles de brasileños sin acceso a salud.
"Necesitamos inaugurar una nueva fase en nuestro país marcada por un control social mayor de las acciones del Legislativo y del Ejecutivo porque hoy ese control está limitado a los partidos políticos, que se reúnen y toman sus decisiones mientras que el pueblo observa de brazos cruzados", afirmó a periodistas.
Una nueva manifestación contra la corrupción está prevista para este martes en Río de Janeiro y se espera que asistan centenares de personas que ya han confirmado su asistencia por medio de las redes sociales de internet.
EFE