AFP) – El venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias “Carlos, El Chacal”, negó el jueves haber cometido el atentado del 29 de marzo de 1982 contra el tren “Le Capitole” entre París y Toulouse que dejó cinco muertos y 28 heridos, e insistió en que ese ataque iba dirigido contra Jacques Chirac.
“No tengo que probar que yo no fui. Yo estaba a miles de kilómetros. En Hungría “, sostuvo “Carlos” interrogado por el presidente del tribunal, Olivier Leurent, acerca de ese atentado, el primero de los cuatro por los cuales está siendo juzgado por un tribunal especial francés desde el lunes.
El Chacal se contradice y asegura que ataque a Tren “Le Capitole” iba dirigido a Chirac
El lunes 29 de marzo de 1982, una bomba de 10 kg de pentrita colocada en una maleta estallaba en un vagón del tren “Le Capitole” antes de llegar a Limoges.
“No hay pruebas de que yo puse una bomba”, insistió “Carlos”, de 62 años, antes de reiterar que ese ataque iba dirigido contra Jacques Chirac, entonces alcalde de París (1977-1995) y diputado de Correze (centro).
“¡Está clarísimo!”, exclamó en un arranque nervioso. “Aquel día, estaba atrasado y eso le salvó la vida”, afirmó “Carlos” a los ocho jueces que integran el tribunal que hasta el 16 de diciembre sesionará en esta imponente sala revestida en madera noble.
“Es una realidad objetiva que ustedes no quieren ver”, reafirmó “Carlos” para quien si entonces Chirac dijo que no estaba seguro de haber sido blanco del atentado fue “porque recibió millones de francos”.
Pero el principal abogado de la acusación, Francis Szpiner, y los fiscales, Jean Francois Ricardi y Olivier Bray, insistieron en que si bien Chirac viajaba habitualmente ese tren siempre iba en el vagón lindante al coche restaurante.
“La bomba fue colocada en el vagón número 18 y el vagón restaurante estaba al lado del coche número 12″, sostuvo Szpiner.
Autoridades insisten en que tesis sobre Chirac “carece de consistencia”
La acusación sostiente que ese atentado y los otros tres que siguieron -causando en total 11 muertos y 150 heridos- buscaban presionar a las autoridades francesas para que liberaran a dos camaradas de “Carlos” encarcelados en París, el suizo Bruno Breguet y la alemana Magdalena Kopp, su compañera sentimental de la época y con quien tendría una hija.
En esa línea se ubicó el testimonio del comisario retirado Jean Jacques Plassereaud, que participó en las investigaciones y aseguró al tribunal que la tesis de que iba dirigido contra Chirac “carece de consistencia”.
El propio Chirac había alimentado el rumor al declarar el 14 de julio de 2001 que había “sido blanco de un atentado en ‘El Capitole’ que no había tomado a último momento. No me acuerdo por qué”, decía entonces.
El juicio a “El Chacal” continuará la próxima semana
La semana próxima el tribunal presentará los otros tres atentados que la instrucción del juez antiterrorista Jean Louis Bruguière, a quien “Carlos” acusa de “trabajar para el FBI”, califica de “actos terroristas”.
El 22 de abril de 1982 un coche bomba cargado con unos 20 kg de TNT estallaba en la calle Marbeuf de París, frente a las oficinas del diario en lengua árabe Al Watan Al Arabi, opuesto al regimen sirio, causando un muerto y 60 heridos.
Ese mismo día, Breguet y Kopp, eran condenados en París a penas de cárcel.
El 31 de diciembre de 1983, una bomba de entre 16 y 18 kg de pentrita estallaba en un vagón del tren de alta velocidad Marsella-París causando tres muertos y 13 heridos. Minutos más tarde, otra deflagración de diez kg del mismo explosivo destrozaba la sala de consignas de la estación de trenes “Saint Charles” de Marsella (sur) provocando dos muertos y 34 heridos.
El tribunal juzga en ausencia a los alemanes Johannes Weinrich y Christa Margot Frohlich, y al palestino Alí Kamal Al Issawi.
Juez Szpiner se enfrenta retóricamente a “El Chacal”
“Usted es muy inteligente para ignorar que si está ante un tribunal especial no es porque fue acusado de poner ‘manos a la obra’ personalmente en ese atentado, sino porque es considerado el instigador”, sostuvo Szpiner.
“Usted que se declara revolucionario. ¿Habría estado dispuesto a cometer atentados en Francia para obtener la liberación de sus camaradas?”, insistió Szpiner.
“¿Y por qué en Francia y no en otros lugares?”, le respondió “Carlos”, quien fiel al papel de leyenda de la lucha armada en los años 70 construido en torno suyo se declaró “orgulloso de haber comandando operaciones como la de la Opep”, cuando en diciembre de 1975 tomó de rehenes a 11 ministros de Petróleo en Viena. Fiel en ese papel se mantuvo cuando increpó al tribunal al que reclamó: “Acúsenme de haber intentado matar a Chirac”.