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jueves, 10 de noviembre de 2011

Rajoy y Rubalcaba, a 10 días de la contienda para conquistar el poder en España

(EFE).- El candidato conservador a la Presidencia del Gobierno de España, Mariano Rajoy, se presenta a las elecciones del 20 de noviembre respaldado por unos sondeos que le acercan mucho a su meta y convencido de que es el candidato fiable que el país necesita para salir de la crisis.

Tras perder los comicios de 2004 y 2008 frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero y haber superado muchas dificultades en su partido, Rajoy concurre por tercera vez como candidato del Partido Popular (PP, centroderecha) a unas elecciones marcadas por la crisis y el desempleo.

Exvicepresidente del Ejecutivo español con José María Aznar (1996-2004) y cinco veces ministro -de Administraciones Públicas, Educación, Presidencia, Interior y Portavoz-, el candidato conservador cultiva una imagen de líder tranquilo, templado y prudente, y se presenta a las elecciones con el aval de tener experiencia de Gobierno.

La economía y los casi cinco millones de desempleados que hay en España son el eje central de su campaña y ya ha anunciado que si gana el 20 de noviembre pondrá en marcha, en los cien primeros días de mandato, una ley de estabilidad presupuestaria, un pacto territorial por la austeridad y una ley de transparencia, buen gobierno y acceso a la información pública.

Continuidad o cambio. Así resume Rajoy las opciones que tienen los españoles el 20 de noviembre: elegir entre un nuevo Gobierno socialista después de ocho años en los que no han sabido gestionar la crisis, según su opinión, o el cambio que supone el PP.

Para combatir la crisis que ahoga la economía española, ha prometido formar un Gobierno “valiente y prudente”, cuya posible composición es su secreto mejor guardado.

Con cuentas en Facebook y Twitter, se aproxima a la cita con las urnas con la seguridad de las encuestas favorables, incluidas las que le proclamaron vencedor del único debate “cara a cara” con su oponente, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, el lunes pasado.

Nacido el 27 de marzo de 1955 en Santiago de Compostela (Galicia, norte español), Rajoy es licenciado en Derecho y registrador de la propiedad, aunque comenzó muy joven su carrera política de la mano del histórico dirigente conservador Manuel Fraga, fundador del PP.

Junto a su experiencia, a Rajoy le define especialmente su carácter gallego (dicen de los gallegos que por sus respuestas es imposible saber lo que piensan) y su ironía.

Los socialistas consideran que no es una cuestión de carácter, sino de ocultación de su verdaderas intenciones, porque, según su principal rival, Alfredo Pérez Rubalcaba, “si cuenta lo que tiene en la cabeza ni sus propios electores le darán el voto”.

Le acusan, asimismo, de haber hecho una oposición poco responsable, sobre todo durante los dos últimos años de la crisis, y de no haber ayudado al Gobierno a defender la imagen de España en el exterior ante las acometidas de los mercados.

Pese a los años dedicados a la política, su gran periplo comenzó en septiembre de 2003 nada más conocerse que -a propuesta de Aznar- el Comité Ejecutivo del PP le había nombrado “sucesor”.

Tras su segunda derrota en 2004 frente a Zapatero, hizo gala de su carácter de resistente al superar una fuerte crisis interna en el PP con “pesos pesados” de la formación que reclamaban un cambio de rumbo en la dirección y cuestionaron su liderazgo.

Resistió rodeado de un equipo fiel, apoyado en dos mujeres, María Dolores de Cospedal, “número dos” del partido y en la actualidad presidenta regional de Castilla La Mancha, y Soraya Sáenz de Santamaría, su portavoz parlamentaria.

Lector de novela histórica y aficionado a la música de los años setenta, es un gran aficionado al deporte, en especial al ciclismo y al fútbol, dos de sus grandes pasiones, junto a la de fumar tabacos.

Después de que con 27 años estuviera a punto de perder la vida en un grave accidente de automóvil que le llevó a dejarse barba para ocultar las cicatrices que le dejó, el 1 de diciembre de 2005 se llevó otro gran susto al estrellarse el helicóptero en el que viajaba en Madrid, en el que resultó herido leve.

En esta campaña, se ha comprometido a tratar de “devolver la felicidad” a los españoles y, tras los miles de kilómetros que recorrerá por todas las regiones del país, espera llegar, esta vez sí, al Palacio de la Moncloa, la sede oficial del presidente del Gobierno de España.

Rubalcaba, el elegido por el PSOE para jugarse el Gobierno

Alfredo Pérez Rubalcaba, un político que presume de no arrugarse ante la adversidad, es el candidato que intenta poner sobre la mesa las mejores cartas socialistas con el objetivo de imponerse en las elecciones del 20 de noviembre a su más importante rival, el conservador Partido Popular (PP).

A sus sesenta años, este exministro y exvicepresidente del Gobierno deberá refrendar su condición de antiguo atleta “esprínter” porque afronta su prueba más compleja: intentar que el Partido Socialista Obrero Español (Psoe), en horas bajas por la crisis económica en que está sumida España, pueda seguir gobernando el país.

Desde julio pasado, cuando el Psoe ratificó su candidatura a las elecciones a la Presidencia del Gobierno español, Rubalcaba asumió una difícil empresa con todos los sondeos electorales que pronostican una victoria amplia de Mariano Rajoy, el candidato del PP.

“Alguien que es un ‘esprínter’, que es capaz de haber corrido cien metros en poco más de diez segundos, puede ganar en diez meses unas elecciones”, dijo entonces el líder del Psoe y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al recordar la juventud deportiva de Rubalcaba.

Sin embargo, poco después, las elecciones previstas para marzo de 2012 fueron adelantadas por Zapatero a este 20 de noviembre en razón del “interés general” del país y por la presión de la crisis económica y financiera.

Así que Rubalcaba, nacido en Cantabria (norte) el 28 de julio de 1951, un “peso pesado” socialista que comenzó su trayectoria hace casi 30 años con Felipe González, ha tenido menos tiempo del que esperaba para afrontar el desafío electoral.

Dotado de una gran capacidad de negociación, mano izquierda y una personalidad arrolladora, está considerado el adversario más difícil al que rebatir en el debate parlamentario, como reconocen sus correligionarios y también sus adversarios.

Rubalcaba, que milita en el Psoe desde 1974 y fue varias veces ministro en los años noventa con González en la Presidencia del Gobierno, fue el hombre que eligió Zapatero para gestionar el alto el fuego declarado por ETA en marzo de 2006.

Zapatero nombró a Rubalcaba -entonces portavoz socialista en el Congreso de los Diputados- ministro del Interior en su primera remodelación del Gobierno, el 7 de abril de 2006, sólo dos semanas después de la declaración de la banda terrorista, que luego rompió a finales de ese año con un atentado en el aeropuerto de Madrid.

En 2008, tras la segunda victoria electoral socialista, Zapatero lo confirmó como ministro del Interior, pero sólo lo nombraría vicepresidente del Gobierno en octubre de 2010.

Entonces, Zapatero confió en él para recuperar la confianza de los españoles, especialmente de los votantes socialistas, tras los duros ajustes y recortes llevados a cabo para reducir el déficit público, que mermaron su popularidad.

En esta campaña electoral, en el debate “cara a cara” que mantuvo con el candidato del PP, Mariano Rajoy, reconoció que la situación es “muy complicada” y que es obligado salir de la crisis “juntos y con acuerdos”.

El expresidente Felipe González, que durante mucho tiempo se ha mantenido apartado de la actividad política, ha participado en varios actos de esta campaña electoral para arropar a Rubalcaba, de quien ha dicho que es “la mejor opción y el mejor candidato”.


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