Ayer en la clausura del sexta edición del Festival de Juventudes, organizado por Bancaribe, hubo más de una ovación: en el Aula Magna de la UCV no sólo se aplaudió la calidad interpretativa de la Sinfónica Simón Bolívar y a Gustavo Dudamel, sino a una generación de relevo de directores y orquestas pertenecientes al Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela que corre en paralelo con ellos.
Al final del concierto subieron al escenario Andrés Rivas, Rafael Payare, Joshua Dos Santos, Jesús Parra, Manuel Jurado, Dietrich Paredes, Manuel López, Sergio Rosales, Diego Guzman y Eduardo Salazar, directores que junto a Diego Matheuz, Christian Vásquez, Jesús Morin (que no pudieron estar allí por haber asumido) otros compromisos importantes protagonizaron un festival único en su estilo.
“Ningún país sino Venezuela tiene un festival protagonizado por 7 orquestas y 14 directores del más alto nivel que provengan de un mismo país y de una sola institución.
Esto es algo único que demuestra claramente la firmeza del trabajo que ha hecho José Antonio Abreu; que es una muestra clara de que El Sistema no se detiene en el tiempo y que no tiene límites”, señaló Dudamel, quien se ha convertido en una enorgullecedora bandera del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, perteneciente a la Fundación Musical Simón Bolívar – institución adscrita a la Presidencia de la República.
El director barquisimetano enfatizó que el festival no sólo incluyó orquestas que trabajan en Caracas, sino también orquestas que representan otras comunidades del interior del país como la Sinfónica de Carabobo o la Sinfónica de Lara, además del Coro Juvenil Metropolitano y solistas venezolanos como Mariana Ortiz y Gaspar Colón, entre otros.
El festival cerró con la Tercera Sinfonía de Beethoven, una obra a la que también se conoce como Heroica. Nada más preciso para hacer reconocimiento a otro hombre ovacionado durante el concierto: Maikel Melamed, quien estaba presente en la sala y a quien fueron dedicadas las dos piezas del programa.
La otra ovación del día fue para el reconocido pianista Segio Tiempo, quien hizo un espacio fugaz en su apretada agenda para interpretar en Venezuela el Concierto N° 1 para Piano y Orquesta en Do Mayor de Beethoven, compositor que para Gustavo Dudamel es uno de lo más esperanzadores del la historia de la música.
“Lo maravilloso de este festival es que ha demostrado la enorme madurez, la enorme riqueza artística que el Sistema ha desarrollado en Venezuela (…) El Festival de Juventudes ha ido creciendo en correspondencia a este crecimiento de El Sistema. Yo recuerdo que la primera edición fueron apenas tres conciertos con el maestro Dudamel y nos preocupaba si llenaríamos las salas. Las llenamos, hacemos ahora una programación de 10 conciertos en casi un mes y ahora nos tenemos que preocupar es por cómo hacer para que quepan todos”, señaló Miguel Ignacio Purroy, presidente de Bancaribe, quien desde hoy ya se imagina como será el próximo festival.
El escritor Alberto Barrera Tiszka puso en palabras el dictado de la música: “Creo que este festival tiene un mensaje y es que El Sistema hace que la música sea un destino para la juventud venezolana y eso es algo extraodinario porque es una posibilidad para encaminar la vida de mucha gente”, señaló el autor venezolano.