(AFP) – Un narcotraficante estadounidense, convertido en informante, dio una inusual visión de los principales líderes del poderoso cartel de drogas mexicano de Sinaloa, aportando detalles sobre un plan para atacar a autoridades de ambos países, revelaron los archivos judiciales.
El testimonio del traficante afincado en Chicago Margarito Flores, junto a evidencia archivada el jueves antes del juicio que se celebrará el próximo año, detalla aspectos de las operaciones de tráfico efectuadas por el cartel de Sinaloa, y sus violentos métodos.
Los documentos centrados en el casos contra Jesús Vicente Zambada-Niebla, cuyo padre dirige una importante facción de Sinaloa, explica como el cartel utiliza submarinos, aviones, trenes y túneles para contrabandear toneladas de drogas a Estados Unidos.
El cartel de Sinaloa se ha expandido rápidamente mediante violentas batallas con sus rivales y ha intensificado sus operaciones en todo el mundo en una década, desde que su esquivo jefe, el multimillonario Joaquín “El Chapo” Guzmán, escapara de una cárcel mexicana.
Flores –quien junto con su hermano gemelo distribuían hasta 2.000 kilos de cocaína mensualmente en Chicago antes de acceder a trabajar como informante– se reunió con Guzmán y otros líderes del cartel en un emplazamiento de montaña en México, en octubre de 2008, afirma el documento.
El confidente dijo a los agentes que Guzmán y sus subordinados presuntamente planeaban reclutar a tropas estadounidenses retornadas de Irak y Afganistán para operar granadas propulsadas por cohetes y bazucas para utilizarlas contra objetivos en México y Estados Unidos, según los documentos.
El plan desarrollado luego que el padre de Zambada-Niebla –molesto por el arresto de su hermano Jesús– se quejara de que México está “dejando a los gringos (estadounidenses) hacer cualquier cosa. Lo único que necesitamos es que intenten extraditarlo”.
Ismael Zambada-García respondió que deberían “enviarle un mensaje a los gringos” pero con la precaución de hacerlo “en el territorio de alguien más” y sugirió Ciudad de México, que está mayormente controlada por Arturo Beltrán-Leyva. La ciudad fue nombrada como “el humo”.
“Sí, sería bueno hacerlo en el humo”, afirmó Guzmán. “Así, al menos sacaremos algo bueno de esto y Arturo será responsabilizado. Que sea un edificio del gobierno, no importa cual. Una embajada o un consulado, un medio de comunicación o una cadena de televisión”.
Entonces, Zambada-Niebla le pidió a Flores que contactara con veteranos de guerra estadounidenses para ver si podían ayudarlo con el armamento que él quería.
Cuando Flores se preparaba para abordar un avión e irse, Zambada-Niebla volvió a presionarlo con respecto a la munición.
“Quiero volar algunos edificios”, le habría presuntamente dicho.
Los datos obtenidos mediante el trato con el informante constituyen las pruebas más serias obtenidas hasta el momento contra Zambada-Niebla, quien fue arrestado en 2009 y extraditado a Estados Unidos el año pasado.
El acusado podría pasar el resto de su vida en una prisión estadounidense si es condenado por una serie de cargos por tráfico de drogas.
Los fiscales afirman que llamarán a 10 informantes que estuvieron involucrados en operaciones a “gran escala” por tráfico de drogas con Zambada-Niebla.
El presidente mexicano Felipe Calderón lanzó a finales de 2006 una ofensiva militar contra los cárteles del la droga. La violencia ligada al narcotráfico ha dejado unas 45.000 muertes desde entonces, la mayoría atribuidas a pugnas entre cárteles.
El juicio con Zambada-Niebla está programado para comenzar el 13 de febrero.