(EFE).- Las fuerzas antidroga de Bolivia decomisaron 33 toneladas
de cocaína y destruyeron 10.509 hectáreas de cultivos ilegales de hojas
de coca durante este año, cifras récord que fueron presentadas hoy al presidente
Evo Morales en la zona cocalera del Chapare (centro).
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN),
coronel Gonzalo Quezada, informó en un acto que del total de la cocaína
incautada e incinerada el 45 % procedía de Perú, cuya frontera con
Bolivia tiene ahora un mayor control policial.
La FELCN además decomisó 382 toneladas de marihuana y detuvo a un
total de 3.790 personas, de las que 3.366 son bolivianos, 93 peruanos,
79 colombianos, 60 brasileños y 38 españoles, entre otros.
En su discurso, Morales lamentó que la hoja de coca sea desviada
hacia la fabricación de cocaína y destacó que los campesinos hayan
aceptado concertar con las fuerzas antidroga la disminución de los cultivos de
la planta en Chapare y en la zona de Yungas (occidente).
Pese a su condición de presidente, Morales mantiene hace varios años la
dirección de los sindicatos cocaleros del Chapare.
El mandatario también insistió en demandar a Europa y Estados Unidos una
responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico y les
pidió “erradicar el consumo” de cocaína.
A los embajadores europeos asistentes al acto, Morales también pidió
una dotación de diez helicópteros para que los policías y los militares
puedan llegar a las zonas inaccesibles en los parques naturales donde los
campesinos han comenzado a sembrar coca.
Según cifras difundidas por la ONU en septiembre pasado, Bolivia
contaba en 2010 con 31.000 hectáreas de coca, un 22 % más que las
25.400 que había antes de que Morales llegara al poder en 2006.
El jueves y viernes, una misión de cuatro miembros de la Junta de
Fiscalización de Estupefacientes de la ONU (Jife) visitó Bolivia para evaluar la
lucha contra el narcotráfico y se entrevistó con Morales, quien les
pidió despenalizar el masticado de hoja de coca o “acullico”, aunque
reconoció que no logró convencer a todos.
El presidente de la Jife, el iraní Hamid Ghodse, destacó el viernes el
esfuerzo de Bolivia en la erradicación y la lucha contra los narcóticos, pero
dijo que se necesita “mucho más trabajo”