El satélite Fasat-Charlie, con el que Chile quiere ingresar de forma
definitiva a la carrera espacial, despegó desde una base en la Guayana Francesa
a bordo del cohete Soyuz ST, que lleva otros cinco satélites franceses, según se
pudo observar a través de una conexión en directo.
El presidente
chileno, Sebastián Piñera, y el ministro de Defensa, Andrés Allamand,
supervisaron el despegue de este cohete desde el Centro de Control Satelital
situado en la base aérea El Bosque, en Santiago de Chile.
El
lanzamiento se realizó en el Centro de Control Júpiter, situado en la ciudad de
Kourou, en la Guayana Francesa, donde el ministro chileno de Defensa estuvo el
pasado viernes para conocer en persona los detalles de este operativo.
El
cohete partió a las 23.04 horas de este viernes (02.04 GMT del sábado), apenas
un minuto después de lo previsto, y se espera que el satélite chileno se separe
de él a las 2.29 horas de Chile (5.29 GMT del sábado).
El tercer
momento clave de este lanzamiento está previsto para las 4.34 horas (7.34 GMT),
cuando el satélite debe establecer su primer contacto con la Tierra a través de
una antena que está situada en la localidad sueca de Kiruna, muy cerca del Polo
Norte.
Se calcula que hacia las 11.18 horas podrá mantener un
segundo contacto, en esta ocasión con Chile, a través del Centro de Control
Satelital, construido para ello y desde donde se operará este
dispositivo.
El Sistema Satelital de Observación de la Tierra (SSOT)
Fasat-Charlie fue construido en base a una plataforma "Astrosat 100",
desarrollada de forma conjunta entre la Agencia Francesa del Espacio (CNES) y el
consorcio europeo EADS Astrium.
El aparato entregará imágenes que se
utilizarán en labores como inteligencia y monitoreo de fronteras hasta en
aplicaciones civiles, como planificación agrícola y urbana, control de desastres
y protección del medio ambiente.
El satélite, que pesa unos 130 kilos y
tiene 1,4 metros de alto por casi un metro de ancho, se desplazará por una
órbita de 620 kilómetros de distancia de la Tierra a una velocidad de 7,5
kilómetros por segundo, y tendrá una vida útil de cinco años.
Posee un
telescopio Korsch de tres espejos y puede captar imágenes con resoluciones de
1,45 metros de resolución.
Tras un mes y medio de pruebas, las primeras
imágenes podrían estar disponibles dentro de dos meses, según dijo el comandante
de la Fuerza Aérea de Chile, Cristián Estuardo, a Televisión
Nacional.
El proyecto tuvo un costo total de 72 millones de
dólares, que incluyen la construcción del centro de control satelital, la
capacitación del personal de la Fach y el envío del satélite, entre otras
partidas.
Este es el tercer satélite que Chile envía al espacio,
y con él se pretende ingresar de forma definitiva en la carrera espacial, según
un comunicado del Ministerio de Defensa.
El primero, el Fasat-Alfa, fue
lanzado en 1995, pero no logró separarse de su cohete.
El segundo, el
Fasat-Bravo, se puso en órbita en 1998 y estuvo operativo hasta 2001, cuando
presentó fallas en el proceso de carga de sus baterías.
EFE