AFP-Leon Panetta, el primer jefe del Pentágono
que visita Libia, evaluará personalmente este sábado las necesidades del nuevo
gobierno, pocas horas después de que se levantaran muchas de las sanciones
norteamericanas impuestas al país durante el régimen de Muamar
Gadafi.
Durante su visita de una pocas horas, Panetta deberá encontrarse
con el Primer Ministro, Abdel Rahim al-Kib, y el ministro de Defensa, Osama
Juili, un comandante de la rebelión que derribó a Gadafi después de 42 años de
ejercicio del poder.
"La finalidad de mi viaje a Libia es tener una
oportunidad de observar la situación de cerca, pero también rendir homenaje al
pueblo libio, a lo que hizo al derrocar a (el líder Muamar) Gadafi y tratar de
instaurar un gobierno para el futuro", declaró Panetta en Ankara antes de viajar
a Trípoli.
"Habrá desafíos, y habrá también dificultades, pero estoy
convencido de que un país como Libia, que ha conseguido reconstruirse y mostrar
tanto coraje, logrará en breve instaurar la democracia", dijo.
Estados
Unidos, agregó Panetta, está disponible para "ofrecer toda la asistencia que
(los libios) pidan", pero en su visión no se trata ahora de que Washington
imponga sus puntos de vista.
"Ellos se han ganado el derecho a determinar
su futuro", aseguró Panetta, el segundo alto funcionario estadounidense que
viaja a Libia, luego de que la secretaria de Estado Hillary Clinton visitara el
país dos días después de la captura y muerte de Gadafi por los thowars
(revolucionarios).
La visita de Panetta ocurre poco después del anuncio
del levantamiento de una gran parte de las sanciones impuestas a Libia por parte
de Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONI, una medida que el
gobierno de Washington saludó como una forma de ayudar a la reconstrucción de
ese país.
"Luego de consultas con el nuevo gobierno libio, Estados Unidos
ha levantado la mayor parte de las sanciones estadounidenses", informó el vocero
de la Casa Blanca.
El Tesoro, seguidamente, precisó que los montos
desbloqueados ascendían a "más de 30.000 millones de dólares".
La medida
"libera todos los fondos gubernamentales y del Banco Central que se encuentren
bajo jurisdicción estadounidense, con algunas excepciones limitadas", informó la
Casa Blanca. "Los haberes de la familia Gadafi y de ex miembros de su gobierno
que estén en Estados Unidos, permanecen congelados", añadió.
Poco antes,
diplomáticos habían informado que el Consejo de Seguridad levantó las sanciones
que pesaban sobre el Banco Central libio y un banco libio de inversiones en el
extranjero, para evitar una crisis de liquidez en el país.
En el poder
desde hace apenas tres semanas, el gobierno libio no dispone ahora de liquidez
para pagar los salarios de los empleados públicos ni mantener programas como el
del desarme de la población y el que se proponía integrar a los rebeldes que
combatieron al régimen de Gadafi.
Organizados en milicias armadas, estos
thowars prácticamente dictan la ley en partes de Trípoli, donde controlan
numerosas instalaciones estratégicas, como el aeropuerto internacional.