El español que más discos ha vendido en España y en el
mundo entero, Julio Iglesias, vivió este viernes en Madrid el último día de su
"vida pública" con la entrega de ese doble reconocimiento por parte de su
discográfica, que recibió de manos del tenista Rafa Nadal, de un triunfador a
otro triunfador.
Iglesias seguirá cantando allí donde le inviten, añadió,
pero la etapa de los reconocimientos y de los actos públicos, tal y como
anticipó el cantante, probablemente se acabó con el de hoy, que se celebró en el
Instituto Cervantes, la casa del idioma español, que este artista ha llevado a
todas partes.
El latino que más discos ha vendido en el mundo, 300
millones, y en España, 26, ha sentido enormemente la falta de su padre y de su
madre en el que definió como "el momento más importante" en sus 44 años de
carrera, con especiales "connotaciones", como la presencia "del deportista
español más grande de la historia", Rafa Nadal.
De él, Iglesias destacó
"su pasión, sus exigencias personales y su españolismo", valores con los que él
se ha identificado y que, en su opinión, pese a haber nacido con una "voz
débil", le han llevado hasta el doble reconocimiento de hoy.
"Pensar que
he sido capaz, con una voz pequeña, de vender discos, estoy seguro de que es lo
que le pasa a Nadal cuando Roger Federer le manda un drive y tiene que correr
más. Estoy seguro de que la gente con menos posibilidades llega más lejos. Es el
esfuerzo de todos los días", dijo el cantante madrileño.
Iglesias
agradeció el premio a todas las gentes anónimas que compraron sus discos, que
fueron a uno de sus conciertos y que, en definitiva, le regalaron su
tiempo.
El reciente integrante del equipo campeón de la Copa Davis Rafa
Nadal ensalzó a su "amigo", a la "gran persona" que hay detrás del artista, con
cuya llamada de apoyo siempre ha contado "en los momentos
difíciles".
"Julio es capaz de conquistar los corazones de todo el mundo
en los cinco continentes. Doy fe, porque, allí donde voy, sea cenando en Japón o
en EEUU, en algún momento suena una canción suya", comentó el tenista, que
recalcó la "pasión, el espíritu de superación" y su "ilusión intacta" por el
trabajo, "gracias a lo que es el mejor".
Ese espíritu de superación,
según comentó en una reciente entrevista con Efe, llevó al cantante a embarcarse
en su última producción discográfica, "1", que le ha tenido tres años enfrascado
en los estudios, regrabando los éxitos de su primera época como intérprete para
actualizarlos con su técnica vocal mejorada a base de años de esfuerzo y
aprendizaje.
Ya entonces avanzó que su intención era seguir cantando,
pero llevando una vida más retirada, que suponía no participar en más ceremonias
de premios, más aún tras vivir, como dijo, un momento "tan mágico" como el de
hoy.
"Mañana creeré que ha sido un sueño", afirmó.
EFE