Al menos 180 personas han muerto y otras 375 se dan por desaparecidas en
las graves inundaciones que han causado en el sur de Filipinas las
copiosas lluvias, acompañadas de fuertes vientos, de la tormenta
tropical Washi.
Las autoridades prevén que el número de víctimas
mortales aumentará a medida que progresen las operaciones de búsqueda y
rescate en la región septentrional de la isla de Mindanao.
De
momento, los equipos sobre el terreno han encontrado 97 cadáveres en la
ciudad de Cagayan de Oro, otros 75 en Iligan, cinco más en la provincia de
Compostela Valley y el resto en la provincia de Zamboanga del
Norte.
Las víctimas fallecieron ahogadas, salvo los cinco
mineros de Compostela Valley que perdieron la vida en avalanchas de
tierra.
Las explotaciones mineras, muchas de ellas ilegales, abundan en
Compostela Valley, una provincia situada en al noreste de Mindanao y con una
población de unas 640.000 personas.
"Las inundaciones son enormes
(...) las tormentas golpean ocasionalmente esta región y probablemente la
población se descuidó", dijo el director del Consejo Nacional de
Prevención y Respuesta de Desastres, Benito
Ramos.
EFE