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lunes, 26 de diciembre de 2011



EFE).- El Gobierno cubano ampliará a partir de enero su política de tránsito al sector privado para algunos trabajadores estatales de los servicios como carpinteros y zapateros, tras implementar esa medida este mes en barberías y peluquerías, informa hoy el diario oficial Granma.

La normativa implica que trabajadores que antes pertenecían a la plantilla de la empresa estatal de Servicios Técnicos, Personales y del Hogar, pasarán al sector privado con contratos de arrendamiento en inmuebles y áreas estatales que pueden ser sus antiguos centros de trabajo.

El nuevo “sistema de gestión económica” se aplicará a los carpinteros, fotógrafos, cerrajeros, tapiceros, relojeros, zapateros, y reparadores de joyería y equipos eléctricos, entre otros grupos de los servicios.

Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único) indica que la medida será implementada “de forma gradual” a partir de enero en seis de las 15 provincias del país, incluida la capital, y se extenderá progresivamente al resto de las regiones.
  
Los inmuebles y medios de trabajo que se incluyan en el contrato de arrendamiento se mantendrán como propiedad del Estado, en tanto los nuevos ocupados en el sector privado establecerán los horarios y precios de sus servicios.


El rotativo afirma que con la nueva medida “se continúa avanzando” en el “cumplimiento” del plan de ajustes económicos que impulsa el Gobierno de Raúl Castro en cuanto a la “introducción de formas no estatales” en áreas del comercio y los servicios.

En 2009, el Gobierno cubano inició un primer experimento de esta política en algunas barberías y peluquerías estatales que fueron arrendadas a sus trabajadores y cuyo tránsito definitivo al sector privado se implementó el 1 de diciembre pasado.

Las reformas económicas del Gobierno quedaron aprobadas en abril por el VI Congreso del PCC y suponen una pequeña y controlada apertura a la iniciativa privada, el “adelgazamiento” de las infladas plantillas del sector estatal o la progresiva eliminación de subsidios y “paternalismos innecesarios”, entre otros.

Datos oficiales señalan que actualmente hay cerca de 358.000 cubanos trabajando en el emergente sector privado, el doble de los que lo hacían hace dos años antes de que el Gobierno ampliara esa modalidad de empleo en octubre de 2010.