EFE-Cientos de tailandeses e indonesios
participaron hoy en diversos actos para recordar a las más de 230.000 personas
que murieron hace siete años en el tsunami que arrasó las costas de una docena
de países en el océano Índico.
Musulmanes indonesios acudieron a las
mezquitas de Aceh, la provincia más castigada por la ola gigante que arrasó
decenas de pueblos, para rezar en memoria de las víctimas de aquel 26 de
diciembre de 2004.
Situada en el norte de la isla de Sumatra, una gran
parte de los cuatro millones de habitantes de esta provincia perdieron ese día a
un familiar o un amigo.
La semana pasada, una adolescente de Aceh que
desapareció tras ser arrastrada por el agua se reunió de nuevo con su familia,
quien la había dado ya por muerta.
Wati, de 15 años, apareció el
miércoles en un café de la localidad de Meulaboh, adonde llegó en autobús desde
la capital provincial, Banda Aceh, según la agencia Antara.
"Cuando vi a
mi madre, supe que era ella, simplemente lo supe", dijo la joven, que en
realidad se llama Meri Yuranda y Wati es el nombre que le puso la mujer que la
encontró.
La adolescente, que tuvo que mendigar y era maltratada por la
mujer que se encargó de ella, dejó de ser así una de los más de 37.000 personas
que continúan dadas por desaparecidas en el archipiélago.
Durante el fin
de semana, más de mil escolares de esta provincia participaron en actos
educativos para recordar a las víctimas y aprender las medidas de emergencia que
hay que adoptar en caso de tsunami.
"La mayoría de las escuelas no
incluyen una asignatura sobre desastres naturales en el currículum, por lo que
incluso los profesores a veces no están preparados en este asunto", afirmó
Mawardy Nurdin, alcalde de Banda Aceh.
Tras el tsunami, la guerrilla
separatista islámica y el Gobierno alcanzaron un acuerdo de paz y pusieran fin a
más de tres lustros de conflicto en Aceh.
En la isla tailandesa de
Phuket, una congregación de budistas, cristianos y musulmanes rezó frente al
monumento del Muro del Recuerdo por las víctimas causadas por la ola gigante,
informaron los medios locales.
Cerca la mitad de los 5.395 muertos y
2.817 desaparecidos en Tailandia eran extranjeros de vacaciones en populares
destinos turísticos del suroeste de Tailandia, entre ellos Phuket, Kao Lak y las
islas Phi Phi.
Indonesia, India, Sri Lanka y Tailandia fueron, por el
número de muertos, los lugares más afectados por el devastador tsunami desatado
por un terremoto de 9,1 grados de magnitud.