El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, recibió el
alta médica tras haber permanecido ingresado cuatro noches en el hospital
Papworth de Cambridge donde el viernes se sometió a una angioplastia.
El
duque de Edimburgo, de 90 años, sonrió y saludó con la mano a los medios de
comunicación al abandonar en un coche el centro médico sobre las 9.20 horas GMT
para reunirse con la reina Isabel II y otros miembros de la familia real en
Sandringham (Norfolk), el tradicional refugio navideño de la realeza
británica.
El esposo de Isabel II tuvo que ser ingresado de urgencia el
pasado viernes por la tarde al sentir dolores en el pecho y esa misma noche fue
sometido a una angioplastia para desbloquear una arteria coronaria.
Los
portavoces reales informaron entonces de que la intervención había sido "un
éxito".
El esposo de la Reina no pudo asistir ayer durante la jornada
festiva del Boxing Day, a la tradicional cacería que él mismo organiza cada
año.
Según la cadena británica BBC, los doctores recomendaron reposo al
príncipe Felipe, que ha sufrido el mayor "susto" hasta la fecha relacionado con
su salud, según recuerdan los medios británicos.
Aunque la familia real
ha mantenido estos días su agenda, durante el pasado fin de semana varios de sus
miembros se acercaron al hospital para ver al príncipe Felipe.
El sábado
lo hicieron la Reina y sus cuatro hijos, Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, y ayer
sus seis nietos adultos, entre ellos los príncipes Guillermo y Enrique, hijos
del heredero de la Corona.
EFE