AP) – Desde hace más de un año, miles de venezolanos viven en
refugios para emergencias, duermen en camastros y comparten los
baños.
Su prolongada espera por viviendas del gobierno revela cuánto le falta al
presidente Hugo Chávez, después de casi 13 años en el poder, para cumplir sus
promesas de ayudar a los pobres a obtener casas.
Políticos opositores calculan que más de 30.000 personas aguardan en
los refugios a que Chávez cumpla sus promesas. Sin embargo, el hecho de
que muchos todavía están esperando no aparece como un obstáculo serio para su
reelección el año próximo.
“Confío que Chávez nos va a meter en un apartamento. Sólo es que no sé cuándo
podría ocurrir eso y esperar tanto tiempo es cada vez más difícil”, dijo
Christian Ortiz, quien pasó su segunda Navidad en el atiborrado albergue con su
esposa y sus dos hijos.
Durante meses, Ortiz y su familia han visto trabajadores de
construcción colocar barras de acero y colar cemento para levantar un
edificio de apartamentos del gobierno a dos cuadras, en el obrero de
Antímano.
Esperan que con el tiempo se les asigne uno de los 400 apartamentos en ese
edificio a medio terminar y esperan que 2012 sea su año.
Caracas siempre ha tenido grandes barrios pobres en las faldas de las
colinas, con casuchas de ladrillo y cemento conocidas localmente como “ranchos”,
muchas de las cuales fueron construidas sobre terrenos inestables que suelen
derrumbarse por las tormentas. Las lluvias torrenciales y los aludes de tierra a
finales de 2010 destruyeron viviendas en varias partes de Caracas y obligaron a
decenas de miles de evacuados a ir a albergues en todo el país.
Un año después, Chávez ha obtenido resultados desiguales con sus
promesas de proveer vivienda pública para las víctimas de las lluvias y
su gobierno ha tenido dificultades para enfrentar la escasez de viviendas
asequibles, que para superarse podría necesitar una década, o más, de mucha
construcción.
El problema no se agota en los que viven en refugios de emergencia. Un
estudio reciente realizado por el gobierno reveló que más de 3,1 millones de los
29 millones de habitantes del país carecen de vivienda adecuada.
Chávez, quien fijó el objetivo de construir unas 150.000 viviendas
este año, dijo el sábado que se completaron unas 125.000 unidades. La
oposición pone en duda esta cifra, y el gobierno no ha proporcionado el detalle
de las viviendas construidas por los sectores público y privado, ni ha aclarado
si en algunos casos se trata de inmuebles refaccionados.
“Es el mes de diciembre y tenemos los mismos damnificados esperando
por casas desde hace un año, por falta de compromiso y la ineficacia”,
dijo el legislador de la oposición Julio Borges en una reciente conferencia de
prensa. Asimismo, Borges acusó al gobierno de inflar las cifras al decir que el
gobierno ha ofrecido muchas menos viviendas de lo que afirma.
Si hicieron 100.000 viviendas como dicen, ¿a quién se las dieron?”, preguntó
Borges.
Funcionarios del Ministerio de Vivienda y Hábitat no respondieron a
solicitudes de entrevistas.
Otros gobiernos simplemente contratarían a constructores locales para que
hicieran el trabajo, pero Chávez ha hecho las cosas a su modo: traer empresas
constructoras de países aliados como Irán, China, Rusia, Brasil y Cuba.
El líder izquierdista también ha expropiado edificios y lotes baldíos donde
equipos de construcción han retirado escombros y puesto cimientos. El gobierno
se ha incautado de 1.045 parcelas de tierra y edificios este año, incluyendo 461
de compañías de construcción, de acuerdo con un reporte de Conindustria, la
cámara industrial más grande del país.
Chávez dijo recientemente que su gobierno ha invertido este año 52.000
millones de bolívares (unos 12.000 millones de dólares) en proyectos de
vivienda, según la agencia estatal de noticias. Eso ayudó a que el sector de la
construcción creciera 10% en el tercer trimestre y contribuyera con el 4,2% al
crecimiento general durante el trimestre, de acuerdo con cifras del el Banco
Central.
No obstante, miles de venezolanos continúan en
albergues.
Según los críticos, el magnánimo objetivo de construir más de 150.000
viviendas en un año no se ha alcanzado en parte por la burocracia excesiva y la
falta de comunicación entre las decenas de empresas e instituciones que Chávez
ha traído. La cámara de la construcción de Venezuela también se ha quejado de
escasez de suministros, como el cemento.
Con la escasez de viviendas todavía incrementándose, el gobierno ha usado una
variedad poco ortodoxa de edificios para albergar a familias desplazadas, como
un centro comercial sin terminar, un hipódromo e incluso albergues atrás del
palacio presidencial.
Otros se han movido a hoteles de propiedad privada que abrieron sus puertas a los evacuados por petición del gobierno.
Cuando Chávez asumió la silla presidencia en 1999, el país ya padecía una
escasez de vivienda importante, problema que creció debido a una fuerte
inmigración a barrios urbanos y a un sector de la construcción que se ha
enfocado en la generación de viviendas para las clases media y alta.
El déficit de viviendas del país ha sido durante mucho tiempo más
grave que el de la mayoría de naciones latinoamericanas, dijo Paulina
Villanueva, quien encabeza la Fundación Villanueva, un centro de estudios de
planeación urbana con sede en Caracas.
Villanueva dice que el problema se remonta a las décadas de 1940 y 1950,
cuando el crecimiento de la industria petrolera venezolana y la caída de su
economía agropecuaria desató una migración del campo a las ciudades en busca de
empleos. Agregó que durante la mayor parte de la presidencia de
Chávez, al parecer el gobierno ha tenido otras prioridades.
Muchos de los venezolanos pobres viven hacinados en casuchas con
techos de zinc, en ocasiones sin agua corriente. Otros han invadido
ilegalmente edificios abandonados.
Cientos de estos ocupantes ilegales llenan un edificio de 45 pisos sin
terminar en Caracas que ha estado abandonado desde mediados de la década de
1990. La frecuentemente llamada la Torre de David -por el finado empresario
David Brillembourg, quien invirtió en el edificio_, tiene un helipuerto que
contrasta con las ventanas rotas que dejan a algunos de los ocupantes expuestos
al viento y la lluvia.
Chávez ha alimentado las esperanzas de muchos venezolanos al
prometer un techo por cada familia necesitada y el gobierno promueve
vigorosamente sus esfuerzos en la televisión estatal, entre otros medios de
comunicación.
Pancartas desplegadas al lado de edificios de ladrillo rojo recién
construidos promueven la “Gran Misión Vivienda”. Durante la inauguración
televisada de un complejo de apartamentos en el estado occidental de Lara, un
gigantesco muñeco inflable parecido a Chávez se tambaleaba frente al
edificio.
El problema de la vivienda tiene doble filo, sin embargo, y los políticos de
la oposición han buscado sacarle jugo al desempeño gubernamental para atacar a
Chávez de cara a las elecciones de octubre, cuando el presidente buscará
reelegirse por seis años más.
Hasta el momento, el posible daño político parece limitado.
Ortiz y muchos otros que viven en los albergues aún confían que Chávez cumplirá
sus promesas. La tasa de aprobación del presidente ronda el 50%, según encuestas
recientes.
Aún así, algunos ya lucen impacientes por tener que vivir tanto tiempo en
albergues y han empezado a ventilar su frustración con pequeñas manifestaciones
en las que unen sus manos para bloquear calles exigiendo resultados.
Chávez ha pedido paciencia. Cuando las fuertes lluvias de principios de mes
forzaron a más venezolanos a trasladarse a los albergues, ofreció una ayuda
equivalente a 350 dólares en efectivo para cada familia desplazada. El
gobierno también está dando alimentos a los desplazados.
“Estamos solucionando varios problemas de un solo tiro, como la vivienda”,
dijo Chávez el mes pasado.
En una colina con vista al Mar Caribe cerca de Caracas, una empresa conjunta
formada por los gobiernos de Venezuela y Cuba construye un importante proyecto
habitacional.
Chávez dijo que descubrió el sitio mientras viajaba en helicóptero y pensó
que sería ideal para un desarrollo. Lo llamó Ciudad Socialista Caribia, que
según el gobierno será una comunidad modelo autosuficiente con un supermercado,
pequeñas granjas y escuelas administradas por el gobierno.
La Ciudad Socialista podría ser una metáfora que muestra cuán lejos
tiene que avanzar Chávez todavía para poder resolver la escasez de
vivienda. El plan es construir unas 80.000 viviendas. Sin embargo, luego de más
de tres años de construcción, el Ministerio de Vivienda ha dicho que unas 600
familias han podido mudarse a los primeros apartamentos