Los países de Alianza Bolivariana para las
Pueblos de América (ALBA) denunciaron este miércoles "prácticas excluyentes y no
democráticas" en la preparación de la VIII Conferencia Ministerial de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) que se inaugura este jueves en
Ginebra.
Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela señalaron en un
comunicado que "cada vez se emplean métodos más sofisticados para impedir la
participación de todos los miembros (de la OMC) y generar la apariencia de un
proceso incluyente y consensuado".
Según estos cinco países, la agenda de
la Conferencia es el producto de "un proceso de consultas efectuado en grupos
reducidos".
Es la muestra de que la OMC "se ha convertido en una
organización que no es conducida por todos sus miembros, en la cual la toma de
decisiones no se rige por el consenso y donde las reuniones de negociación no
son abiertas a la participación de todos".
Los países ALBA afirmaron que
la orientación salida del Consejo General de la OMC para esta Conferencia
Ministerial "contiene elementos que, con toda intención, vulneran principios
fundamentales de la Declaración Ministerial de Doha".
Subrayaron que se
está sacrificando el principio del "Todo Único", que impide aprobar
individualmente alguno de los 20 aspectos comerciales de la Ronda de Doha sin un
acuerdo sobre el conjunto, y que esto "facilita la posibilidad de que las
grandes economías industrializadas puedan determinar la agenda futura de la
OMC".
"Según la Declaración Ministerial de Doha -recordaron-, la
conclusión de las negociaciones y la entrada en vigor de los resultados de la
Ronda son partes de un todo único. Este principio asegura el equilibrio general
en los resultados de las negociaciones y que dichos resultados beneficien a
todos los participantes".
Este grupo interpreta que se están propiciando
negociaciones de acuerdos plurilaterales, en perjuicio del multilateralismo,
para favorecer a los países desarrollados, y que se están intentando incluir
nuevos temas, sin antes haber resuelto los desequilibrios de las reglas del
comercio internacional generadas en pasadas rondas.
En consecuencia,
afirmaron, "se generan las condiciones para marginar progresivamente los temas
de desarrollo y desembocar en el mediano plazo en una nueva ronda de
negociaciones comerciales".
Los países ALBA subrayaron también que "el
comercio es un instrumento y no un fin en sí mismo", y argumentaron que "no
concebirlo así conllevaría irrevocablemente un escenario de liberalización
comercial extrema entre economías con grandes diferenciales de productividad y
competitividad".
El resultado sería "la destrucción de la base productiva
de los países en desarrollo", agregaron.
Estos cinco países consideran
que "los Estados tienen un rol positivo que cumplir para estimular el desarrollo
económico, que va más allá de crear las condiciones para que el mercado funcione
bien" y aseguraron que es algo que hacen también los países ricos.
"A lo
largo de su camino al desarrollo, los miembros desarrollados de esta
Organización han aplicado, y continúan aplicando, políticas dirigidas a promover
la reestructuración económica y el crecimiento de la productividad, es decir,
intervenciones públicas explícitas en la economía", indicaron.
EFE