Tras una operación de veinte horas, más de un centenar de médicos
chilenos consiguieron separar con éxito a las siamesas María Paz y María
José, que estaban unidas por el tórax, abdomen y pelvis, informaron
fuentes hospitalarias.
"La operación fue para ellas un nuevo
nacimiento", dijo Francisco Ossandón, jefe del equipo de cirujanos que
llevó a cabo la compleja intervención. Las bebés, nacidas hace diez meses en la
región de La Araucanía, habían sido sometidas anteriormente a siete cirugías, la
última para separar una pierna que compartían.
Durante la operación, que
culminó a las 04:15 horas de hoy (07:15 GMT), cuando fueron sacadas del
quirófano y llevadas a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), se
separaron sus hígados, intestino grueso y ano, que también
compartían.
"Hay que ser súper transparentes, puede
fallecer una o las dos niñas", había señalado antes de la intervención
el doctor Osvaldo Artaza, director del hospital infantil "Luis Calvo Mackenna",
de Santiago, donde se realizó el procedimiento.
"Por la magnitud de la
operación y por el éxito logrado en la separación, estamos muy contentos porque
creemos que han hecho la mejor evolución que podríamos haber esperado para
ellas", aseguró Ossandón.
"Estamos muy contentos, su
condición es mejor de la que esperábamos", añadió.
Precisó que en el caso
de María José la operación concluyó a las 03:00 de la madrugada (06:00 GMT),
mientras que en el caso de María Paz, la intervención terminó una hora más
tarde. "Los papás están esperanzados y contentos de ver a sus
hijas separadas", sentenció el galeno.
En cuanto a los problemas
postoperatorios que podrían presentar las bebés, Ossandón explicó que se
podrían producir complicaciones "metabólicas secundarias a la
anestesia, por una operación tan prolongada y las infecciones que se suelen
presentar varios días después de la operación".
Respecto de la cirugía
misma, indicó que la parte más compleja fue la separación ósea de la
pelvis. "Tuvimos bastantes dificultades durante la cirugía, que
solucionamos sin problemas", reveló el facultativo, que añadió que en adelante,
"no vamos a esperar complicaciones, sino que las vamos a evitar".
El
ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich, comentó que "si todo anda
bien, esta operación pasará a la historia de la medicina", aunque
advirtió que hay que ser "extraordinariamente prudentes" con las expectativas,
porque el desafío al que se enfrentan las bebés "es gigantesco".
EFE