Quince personas fallecieron y 11 resultaron heridas, en su mayoría
niños, en un accidente de un autobús escolar en la provincia oriental
china de Jiangsu, precisamente cuando el Gobierno chino, ante la proliferación
de estos sucesos, ha prometido mejorar la seguridad de los vehículos para
estudiantes.
Según informó la agencia Xinhua, el accidente se
produjo en la comarca de Fengxian, donde el autobús, que transportaba a los
niños de distintos pueblos de la zona, se salió de la carretera al intentar
esquivar un triciclo.
Se trata del tercer accidente grave de un
autobús escolar en el último mes en China, donde la sociedad, medios de
comunicación y Gobierno se han sensibilizado sobre la alta peligrosidad del
transporte escolar en las zonas rurales del país.
Asimismo, otro
autobús que transportaba 59 estudiantes chocó con un camión en la ciudad de
Foshan (sur del país), causando heridas en 37 menores, informó el diario
"Guangzhou Daily".
En las zonas rurales de China, donde una
escuela suele atender a niños de muchos pueblos de los alrededores, el
transporte escolar es un fenómeno relativamente nuevo.
Según cuenta
Xinhua, la llegada de los autobuses escolares a zonas rurales es una muestra de
la mejora de las condiciones de vida de los niños en esos pueblos, pues durante
décadas sus mayores tuvieron que ir a la escuela a pie, pero estos transportes a
veces todavía no están lo suficientemente regulados.
El primer
ministro chino, Wen Jiabao, ordenó tras esta oleada de accidentes una mejora de
las inspecciones de seguridad de esos vehículos, y leyes para introducir ciertos
estándares de seguridad.
A tal fin, el Consejo de Estado
(Ejecutivo) publicó un proyecto de ley de seguridad en el transporte escolar,
que otorga a estos vehículos prioridad en el tráfico, o prohíbe a otros
vehículos adelantarlos cuando los niños suban o bajen de ellos, entre otras
propuestas.