El embajador sirio ante la ONU, Bashar
Jafari, acusó a la veterana periodista estadounidense Barbara Walters de
"distorsionar" la entrevista que le realizó al presidente de Siria, Bachar al
Asad, y que la cadena de televisión ABC emitió la pasada semana.
"Barbara
Walters distorsionó la realidad en su entrevista", aseveró el diplomático sirio
ante la prensa al término de la reunión del Consejo de Seguridad en la que la
ONU informó que las víctimas mortales de la represión en Siria superan ya las
5.000, entre ellas más de 300 menores.
Jafari arremetió contra la edición
que se realizó de la entrevista que Walters realizó a Al Asad, ya que considera
"no reflejó la realidad de la conversación" y acusó a la popular presentadora
estadounidense de quedarse "sólo con algunos de los muchos minutos" que tuvo de
conversación con el mandatario sirio.
El pasado miércoles, la ABC emitió
la entrevista en la que Al Asad negó firmemente que él haya ordenado la
represión violenta de los opositores que reclaman su renuncia y en la que
sostuvo que la mayoría de las personas que han muerto durante los últimos meses
en el país han sido sus simpatizantes y soldados del Gobierno.
"No ha
habido órdenes de matar o de actuar con brutalidad", dijo el presidente sirio,
quien señaló que "ningún Gobierno en el mundo mata a su propio pueblo a menos
que lo encabece un loco".
Jafari criticó a Walters así como al resto de
medios "que no buscan la verdad" después de que la Alta Comisionada para los
Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, informara de que son más de 5.000 los
muertos por la represión en Siria y pidiera al Consejo de Seguridad que refiera
el asunto a la Corte Penal Internacional (CPI).
Pillay compareció ante el
Consejo a petición de Francia, en una medida apoyada por sus socios europeos en
el Consejo (Reino Unido, Alemania y Portugal) y Estados Unidos, países a los que
Jafari acusó de "estar infectados con una enfermedad llamada
siriofobia".
El diplomático arremetió concretamente contra los países
europeos, que llevan meses tratando de obtener una condena contra Damasco en el
Consejo de Seguridad, y recordó entre otras cosas que le sorprende esa actitud,
cuando por ejemplo "Alemania provocó la Segunda Guerra Mundial, en la que
murieron millones de personas".
Jafari restó además credibilidad a las
cifras de la ONU, organismo al que acusó de no ser objetivo, y subrayó que el
acoso a su Gobierno se debe "a una gran conspiración".
Tras el informe de
Navy Pillay, la organización internacional Human Rights Watch emitió un
comunicado en el que señaló que "ya ha llegado la hora de que el Consejo de
Seguridad actúe e imponga un embargo de armas a Siria, aplique sanciones contra
quien esté involucrado en los abusos y refiera el caso a la Corte Penal
Internacional".
EFE