Lo Último

.

.

domingo, 29 de enero de 2012

Cerco al virus de la hepatitis C


Erradicar la infección que causa el virus de la hepatitis C (VHC) es uno de los retos más importantes que se plantean los científicos para el siglo XXI -de hecho, la Organización Mundial de la Salud ha declarado a las hepatitis virales como un área prioritaria de salud-. El VHC no es un virus cualquiera; se calcula que en el mundo hay 170 millones de personas infectadas con el VHC («solamente» hay 37 millones con VIH). En España, los datos hablan de unos 700.000 infectados. 


Sin embargo, el principal problema, denuncian los expertos, es que un gran número de éstos están sin diagnosticar. Por este motivo, la morbi-mortalidad del VHC es mucho mayor; si no se trata, el 30% de los infectados desarrollará cirrosis y carcinoma celular. En España, en el periodo comprendido entre 200-2010, el VHC ha sido responsable de 43.000 casos de cirrosis, de 13.000 hepatocarcinomas y de 1.300 trasplantes de hígado.



Identificar y tratar cuanto antes a los portadores del virus es pues el reto para los profesionales sanitarios. Hasta ahora, los tratamientos solamente eran eficaces el 50% de los pacientes, pero la llegada de nuevas familias de medicamentos, como los inhibidores de proteasa, ya aprobados en España, parece estar cambiando este escenario y los expertos hablan ahora de una tasa de curación que oscila entre el «79% y el 84%, en función del paciente»


Coste/efectivos
Pero además, en tiempo de «crisis económica» es preciso hacer que los tratamientos sean más «coste-efectivos, si cabe», señala Rafael Esteba Mur, del Hospital Vall d'Hebrón (Barcelona). No hay que olvidar que el tratamiento actual del VHC tiene un coste que ronda los 34.000 euros por paciente/año. Por eso, subraya Esteban, es fundamental la «selección de los pacientes en los que los nuevos tratamientos van a ser eficaces». Con los nuevos tratamientos se puede determinar «en sólo 4 semanas» si el paciente es sensible al tratamiento. De esta forma, si el virus es «sensible», la terapia continúa o si por el contrario no lo es, se abandona. El problema es que todavía hay un 30% de personas con VHC para las que no hay tratamiento.

Una posibilidad para estos pacientes sería, según un estudio que publica Nature Medicine, atacar al virus en el punto de entrada de la infección. En este nuevo trabajo, Investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago (EE.UU.) han descubierto que una molécula incrustada en la membrana de las células del hígado que ayuda a la absorción del colesterol podría ser también clave en las infecciones por hepatitis C, convirtiéndose en punto de entrada del virus en el organismo y, en el futuro, en una posible diana. Los autores de este trabajo sospechaban que un receptor llamado NPC1L1, conocido por ayudar a mantener el equilibrio del colesterol, también puede estar implicado en el transporte de los virus a la célula.

Colesterol
Los investigadores han demostrado ahora que al anular o bloquear el acceso a los receptores de NPC1L1 se impide la entrada del virus y la infección de las células. La buena noticia es que ya existe un medicamento autorizado, ezetimiba, que actúa de forma «específica y exclusiva» contra el NPC1L1, y que está indicado para reducir los niveles de colesterol. Los investigadores han demostrado que este producto inhibe la infección por hepatitis C en cultivos celulares y en ratones trasplantados con células de hígado humano. Y, a diferencia de los fármacos actualmente disponibles, es capaz de inhibir la infección por los seis genotipos del virus. 

ABC