Jorge Botti, presidente de Fedecámaras, dijo que hay gran expectativa entre los empresarios porque sólo se ha anunciado la fijación de precios a algunos productos que se encuentran congelados. En su opinión, el gobierno está entrampado y habrá otro retraso para dar a conocer los nuevos precios, pues apenas faltan cuatro días, en teoría, para fijar los nuevos valores.
Indicó que hay incertidumbre en la cadena comercial y se está rezagando el reconocimiento de que no se puede controlar la inflación.
Botti señaló que la nueva Ley del Trabajo requeriría una profunda discusión de todo los sectores y la manera como se intentaría hacer violaría acuerdos internacionales de la OIT porque no se puede elaborar por la vía Habilitante.
Precisó que no se trata de ponerle caramelos al texto y usarla como instrumento electoral, sino estimular la economía y recuperar el valor de las prestaciones.
Aclaró que los empresarios no han presentado una propuesta para la nueva ley y están a la espera de lo que se ponga en la mesa.
Botti declaró que la propiedad ha dejado de ser un derecho y es más una concesión del Estado, por eso en el país sólo invierten los que apuestan al alto riesgo.
El presidente de Fedecámaras aseguró que una reducción de cada hora de la jornada laboral tendría un impacto directo sobre las empresas y expresó que reducir la inflación significaría costos políticos que requerirían de acuerdos.
Botti dijo que es difícil no pensar que las invasiones no estén programadas por intereses oscuros y con ese estilo de hacer las cosas una sociedad no es fácil la idea de progreso.
El vocero empresarial declaró que en la actualidad el peor negocio para los trabajadores es tener represada las prestaciones en un fideicomiso y por eso llega a acuerdos con los patronos para sacarlas y no precisamente para ahorrar.
