El primer ministro Lucas Papademos trataba el lunes de alcanzar un acuerdo para salvar a Grecia de la quiebra, bajo la doble presión de la Unión Europea, que advirtió que la negociación ya está "fuera de plazos", y de los sindicatos, que convocaron a un paro general para el martes.
Papademos volvió a reunirse el lunes, por segundo día consecutivo, con la troika de acreedores institucionales del país: la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
También debía reunirse con los jefes de los partidos de la coalición de gobierno de unión nacional -socialistas, conservadores y ultraderecha- pero ese encuentro será aplazado "muy probablemente" hasta el martes, según fuentes del ejecutivo.
Los dirigentes políticos griegos enfrentan una fuerte presión de la troika y de Alemania y Francia, las dos principales potencias de la Eurozona, para apurar la aplicación de un nuevo paquete de ajustes, al que subordinan la liberación de nuevos fondos.
Desde hace meses, el Gobierno griego batalla con sus acreedores privados para obtener una quita de 100.000 millones de los 350.000 millones de euros de deuda pública y con sus acreedores públicos para la materialización de un segundo plan de rescate de 130.000 millones.
Estas dos negociaciones interconectadas tienen por objetivo evitar una rápida quiebra de Grecia y rebajar el nivel de su endeudamiento para que sea algo más sostenible (de casi 160% del PIB en la actualidad a 120% en 2020) .
Sin acuerdos, Grecia podría suspender pagos el 20 de marzo, fecha en la que vencen obligaciones por valor de 14.500 millones de euros.
En esta lucha contrarreloj, la Comisión Europea (ejecutivo de la UE) advirtió que las negociaciones están ya "fuera de plazos".
"La verdad es que ya estamos fuera de plazos", dijo el portavoz comunitario Amadeu Altafaj. "Se tienen que tomar decisiones y la pelota está del lado de los griegos", añadió.
Al mismo tiempo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, instaron a los griegos a "respetar escrupulosamente" sus compromisos.
"Los griegos asumieron compromisos que deben respetar escrupulosamente, no hay otra opción", dijo Merkel en conferencia de prensa conjunta con Sarkozy en París. La canciller expresó el deseo de que Grecia "permanezca en el euro", pero advirtió que Atenas no recibirá nuevas ayudas si no llega a un acuerdo con la UE y el FMI.
Para desbloquear el segundo rescate y aprobar la condonación de 100.000 millones de euros de deuda en manos privadas, el trío UE-BCE-FMI exige un compromiso explícito con el programa de ajustes por parte de los jefes de los partidos socialista, Giorgos Papandreu, conservador, Antonis Samaras, y de extrema derecha, Giorgos Karatzaferis.
Pero la poción es amarga y genera fuertes resistencias políticas y sociales.
Los tres dirigentes han mostrado reticencias a comprometerse con esas medidas que, además, podrían agravar una recesión que dura desde 2008.
Y las dos grandes centrales sindicales griegas (GSEE, en el sector privado, y ADEDY en el público) llamaron a una huelga general de 24 horas y a una manifestación el martes en el centro de Atenas.
Las nuevas medidas de ajuste "son la crónica de una muerte anunciada (...), el objetivo es desmontar todo el derecho laboral y reducir los salarios del 20% al 30%, además de los recortes ya efectuados", declaró el presidente de la GSEE, Iannis Panagopulos.
ADEDY y la GSEE ya organizaron seis huelgas generales en 2011, sin doblegar la determinación de los acreedores de Grecia de exigir cada vez más esfuerzos al país.
En terminos relativos, Grecia (con una deuda que en el tercer trimestre de 2001 representaba el 159,1% de su PIB) es el más endeudado de los 17 países que integran la Eurozona, según datos divulgados este lunes en Bruselas.
Le siguen Italia (119,6%), Portugal (110,1%) e Irlanda (104,9%). Los menos endeudados con respecto a sus PIB son Estonia (6,1%) y Luxemburgo (18,5%), indicó este lunes la Unión Europea en un comunicado
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La deuda pública del conjunto de los países que forman la Eurozona se elevó a 87,4% de su PIB en el tercer trimestre de 2011.
AFP