El transporte público urbano de Portugal estaba perturbado este jueves por una huelga de 24 horas para protestar contra la restructuración del sector, prevista en el programa de austeridad del gobierno.
En Lisboa, el metro estaba paralizado desde medianoche del miércoles y el transporte fluvial suspendido en horas de mayor afluencia.
En Porto, la principal ciudad del norte, circulaba menos de la mitad de los buses. Por el contrario, los trenes y los autobuses de la capital estaban menos afectados por el movimiento social.
La huelga, la tercera desde el mes de noviembre, tiene por objeto "protestar contra el plan estratégico de los transportes y todas la medidas previstas en el plan para los asalariados de estas empresas, que van de la reducción de puestos de trabajo a la baja de salarios" explicó José Olveira, coordinador de la Federación de sindicatos del transporte (FECTRANS), a la agencia Lusa.
