Cada vez más cerca. Meryl Streep se consolidó como una de las mejores en la actuación, tras alcanzar su tercer premio Oscar a Mejor Actriz por su papel de Margaret Tatcher en la película “La dama de hierro” (The iron lady).
La actriz estadounidense superó a Glenn Close (Albert Nobbs), Viola Davis (Historias cruzadas), Rooney Mara (La chica del dragón tatuado) y Michelle Williams (Mi semana con Marilyn).
Pese a su récord de diecisiete nominaciones, la historia de amor entre Meryl y la Academia solo se había materializado en dos premios (el último de ellos en 1982).
“Cuando dijeron pude escuchar a la mitad de los Estados Unidos diciendo: Oh, no. Por Dios. Ella otra vez. Como sea”, ironizó.
“Primero quiero agradecer a mi esposo, quiero que sepa que lo que más aprecio en la vida me lo ha dado él (…) Y solo quiero decir gracias, entiendo que no volveré a estar aquí arriba nunca más. Quiero agradecer a todos mis colegas y amigos. Veo mi vida a través de mis ojos. En realidad, este es un gran honor, maravilloso, pero lo que más cuenta para mí es la amistad, el amor y la dicha que hemos compartido haciendo películas juntos. Gracias por esta inexplicable y maravillosa carrera”, añadió.
Ahora, gracias a "La dama de hierro", la actriz de Nueva Jersey ha vuelto a tener en sus manos un Oscar, ese viejo amigo con el que siempre queda pero pocas veces se va a casa.
La primera sucedió en 1979, cuando era un rostro emergente gracias a "Kramer vs. Kramer", y con los nervios se le olvidó en el baño unas horas después.
Pasados tres años, repitió con "Sophie"s Choice", como protagonista y con partes habladas en alemán. Entonces se le cayó el discurso al subir al escenario, donde le esperaba Sylvester Stallone.
Muchos actores tienen dos Oscar, pero ahora Meryl es una de las solo cuatro que tienen tres. Y la única que les mira desde arriba es Katharine Hepburn, con cuatro.
En la selecta lista de actores con tres estatuillas también se encuentran Walter Brennan, Ingrid Bergman y Jack Nicholson.
La antigua rivalidad con Glenn Close -con la que compitió por la estatuilla dorada hasta en tres ocasiones- se reavivaba en pleno siglo XXI con otra producción diseñada para lucimiento de su protagonista, también transformación física de por medio, pues en "Albert Nobbs" se viste de hombre.
