Investigadores británicos aseguran que realizar unos pocos, pero muy intensos minutos de ejercicio a la semana, pueden generar beneficios equivalentes a varias horas de gimnasia convencional.
Sin embargo, el equipo de investigación, liderado por el profesor Jamie Timmons, biólogo de la Universidad de Birmingham, aclara que la cuantificación de los beneficios depende de la genética del individuo.
Uno de los principales beneficios tiene que ver con la sensibilidad a la insulina, la hormona que retira el azúcar de la sangre, controla la grasa y cuya falta es responsable de la aparición de la diabetes.
La segunda mejora es la de la capacidad aeróbica, medidor del estado del corazón y pulmones, responsables de distribuir el oxígeno por el cuerpo, una excelente vara de medir la salud futura, señalan los expertos.
Tras desarrollar pruebas genéticas para poder prever quiénes no iban a responder a los ejercicios, Timmons y sus colaboradores aseguran que comenzar con un régimen de ejercicios intensos tres minutos por semana, es más que suficiente
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