Carlos Larrazábal, presidente de Conindustria, denunció que "Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, seguida por apenas 5 países africanos" y explicó que la manera de combatir ese problema no es con controles, sino con una política macroeconómica coherente que permita el aumento de la producción.
Destacó que durante el gobierno de Hitler se aplicaron miles de decretos de controles de precio y que eso no pudo resolver el problema de la inflación. "Si la fabricación de un producto no obtiene un retorno razonable para la inversión que se está haciendo se deja de invertir, se deja de producir", indicó.
Larrazábal señaló que en Venezuela el sector manufacturero se ha reducido del 18% al 14%. "Hace 6 años importamos 15 mil millones de dólares y el año pasado importamos 40 mil millones de dólares", dijo.
Dijo que la demanda que se genera debido al dinero que el Gobierno inyecta en la economía no puede ser satisfecha, lo cual implica un aumento de precios.
El presidente de Conindustria manifestó que el Ejecutivo Nacional ha "montado un cerco" que no permite que los empresarios obtengan una ganancia razonable.
"Operar en Venezuela es sumamente complejo, el tema de la inamovilidad lleva a empresas que tienen 20 o 25% de su nómina sin trabajar", puntualizó.
Advirtió que el modelo económico que implementa el presidente Chávez se parece al cubano y al norcoreano, donde el consumidor no consigue los productos que quiere, sino los que el Gobierno permite.