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domingo, 25 de marzo de 2012

Brasil dice que el plan de la ONU puede evitar una desestabilización peligrosa en Siria


EFE).- El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, considera que la propuesta de paz presentada por el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, puede evitar una “desestabilización peligrosa” en ese país.
“Estamos apoyando mucho (las propuestas). Conversé con Annan la semana pasada por teléfono y nuestros análisis coinciden: es necesario dialogar debido a que la militarización del conflicto provocará una desestabilización peligrosa”, dijo Patriota en una entrevista publicada hoy por el diario O Estado de Sao Paulo.
El plan de paz propuesto por Annan establece el fin inmediato de la represión y las violaciones a los derechos humanos; el permiso para la entrada de la ayuda humanitaria al país; y el inicio de un proceso político.
“Apoyamos la propuesta de Annan para que, antes de cualquier cosa, se imponga un cese al fuego. Es necesario diplomacia y un cese al fuego que permita la entrada de observadores internacionales”, afirmó el canciller brasileño.
“También apoyamos la creación de corredores humanitarios, pero nuevamente lo fundamental son los seis puntos propuestos por Annan: diálogo, fin de las hostilidades por parte del Gobierno, entrada de asistencia humanitaria, liberación de presos, libertad de expresión y de reunión”, agregó.
Patriota reiteró que el Gobierno brasileño condena la violencia del Gobierno sirio contra sus propios ciudadanos pero que no acepta ningún tipo de intervención internacional.
Igualmente indicó que Brasil defiende una solución del conflicto negociada entre el presidente Bachar al Asad y sus opositores.
“Brasil repetidamente manifestó total repudio a la violencia del Gobierno sirio y defendió un diálogo incluyente, incluso porque la oposición siria es muy fragmentada”, dijo.
“Somos solidarios a los manifestantes sirios y pedimos el fin de la violencia”, agregó.
Según el ministro, Brasil siempre diferenció la represión practicada por las fuerzas de Al Asad, “que es de responsabilidad del Gobierno sirio”, y la violencia de las fuerzas de oposición contra las tropas del régimen.