Alonso, que lo hizo en 2005 a bordo de un Renault -el año de su primer Mundial, que revalidaría al siguiente- y que también lo logró en 2007 con McLaren, obtuvo hoy su vigésima octava victoria en Fórmula Uno, la séptima desde que conduce para Ferrari, la única escudería presente en todos los campeonatos de la F1 desde su creación, en 1950.
En el circuito donde todo comenzó. En el que "explotó" en 2003, logrando lo que en aquel momento supuso la "pole" y el podio más joven de la historia. En una carrera tan caótica como mágica, en la que muy pocos hubieran apostado por este desenlace
A falta de potencial mecánico, Alonso exprimió todo su talento en una jornada
en la que suministró una potente inyección de moral para un equipo que aún busca
las claves para perfeccionar un coche que no está a la altura de los
mejores.
En la que Malasia habló fundamentalmente en español. En el circuito de la
afueras de Kuala Lumpur también brilló enormemente el mexicano Sergio Pérez
(Sauber) que, en su segunda temporada en la Fórmula Uno, firmó hoy su mejor
resultado, al concluir sólo por detrás del doble campeón asturiano, al que casi
complica en triunfo.
"Checo", nacido en Guadalajara hace 22 años, celebró su puesta de largo en
una jornada en la que debutó en la rueda de prensa dominical reservada a los
tres mejores, donde también compareció Lewis Hamilton (McLaren), campeón en 2008
y que repitió en Sepang el tercer puesto que logró hace una semana en
Melbourne.
Intensa lluvia
La carrera, como en otras ocasiones, estuvo marcada por la intensa lluvia que
arreció casi nada más arrancar. Comenzó a gotear en Sepang minutos antes de la
salida y la lluvia fue incrementándose hasta provocar la salida del "safety
car", primero, en la sexta vuelta; y la interrupción de la prueba, después de la
octava.
Alonso había salido bien y en la primera vuelta había ascendido del octavo
puesto en parrilla al quinto provisional. Lo contrario que el séptuple campeón
mundial alemán Michael Schumacher (Mercedes), que hacía más de cinco años que no
arrancaba entre los tres primeros. El "Kaiser", que salió tercero, por detrás de
los McLaren, perdió el control de su coche, dio un trompo y perdió doce
plazas.
Pérez fue otro de los beneficiados del caos inicial, algo que para nada resta
méritos a su sobresaliente actuación. Checo salió noveno y después del baile de
paradas iba tercero cuando entró el "safety", puesto desde el que arrancó en la
reanudación.
El español Pedro de la Rosa obtuvo un triunfo menor, pero subjetivamente muy
importante para él y su equipo, al haber logrado el objetivo de acabar con un
HRT, que llegó con ambos coches a meta.
Después de 51 minutos de interrupción se salió de parrilla y con neumáticos
extremos detrás del coche de seguridad, que giró cinco veces antes de que se
lanzara la carrera tras la 13 y de que el inglés Jenson Button (McLaren) -que
entró líder del Mundial tras ganar en Australia- se saliera de pista.
Pérez ascendió al segundo y Alonso, que pasó al australiano Mark Webber (Red
Bull), subió al tercero. Hamilton hizo una mala parada y Button, que salió sin
puntos de Sepang, perdió la oportunidad cuando se tocó con el indio Narain
Karthikeyan (HRT) y perdió el alerón delantero, antes de entrar, de nuevo, a
cambiar ruedas pinchadas.
Tras la segunda parada, Alonso tomó el liderato en la decimosexta vuelta, con
el mexicano en segunda posición y Hamilton, tercero.
Acostumbrado a sacar provecho de su extraordinario talento, Fernando comenzó
a abrir brecha sobre mojado. En la vuelta 20 le sacaba cuatro segundos y medio a
Checo, once a Hamilton y 16 al alemán Nico Rosberg (Mercedes), que rodaba
cuarto.
Alonso empezó a marcar vueltas rápidas y en la 24 aumentaba a seis segundos
su ventaja respecto al joven talento tapatío, y a 14 sobre el campeón de
2008.
Recta final
Fernando volaba sobre mojado y en el ecuador de la carrera, en la vuelta 29,
le llevaba siete segundos y medio a un gran Checo -que intercalaba algún giro
rápido entre los que marcaba el asturiano-, con quince sobre Hamilton, 23
respecto al bicampeón alemán Sebastian Vettel (Red Bull) -que hoy tampoco
puntuó- y 29 sobre el finés Kimi Raikkonen, ganador del Mundial de 2007 y que
antes de acabar quinto hoy lució su particular carácter al invitar a helados a
los periodistas presentes en Sepang.
Pérez se sumó a la exhibición y siguió marcando vueltas rápidas -hasta nueve
seguidas- y redujo a un solo segundo, tras la 39, la ventaja que le llevaba
Alonso, en una carrera en la que el castellano se imponía como lengua dominante
en Malasia.
Fernando paró en la 40 y cedió momentáneamente el liderato a Pérez, que entró
en box una después, al igual que Hamilton, en otra mala entrada en garaje para
el inglés. En la 42 se reordenaban las tres primeras plazas: Alonso lideraba con
siete segundos sobre Pérez y 17 sobre Hamilton.
Pero Checo rodaba casi segundo y medio por vuelta más deprisa que el de
Oviedo y se empezaba a vislumbrar la posibilidad del primer triunfo del mexicano
en Fórmula Uno. Integrante del programa de pilotos jóvenes de Ferrari, el
tapatío demostró que no está ahí por casualidad.
Soñó con el triunfo, pero celebró el segundo puesto, porque después de que
Vettel rompiese el neumático trasero izquierdo y tirase por borda todas sus
opciones, en la vuelta 47, Checo -que ya rodaba prácticamente pegado a Fernando-
se fue largo y perdió toda opción en un gran día. En el que Alonso volvió a
sonreír.
EFE