En junio del año pasado, una encuesta de la empresa Datanálisis vaticinaba que el consumo de los venezolanos se incrementaría durante 2012 gracias a una ilusión de bienestar económico para el votante.
Luis Vicente León, director de esa consultora, arrojaba datos advirtiendo que la oposición buscaría votos a través de la política y el Gobierno con lo tangible: gasto público para “incrementar el dinero en el bolsillo“.
Pero no podía ser esa la única estrategia del oficialismo. Para quien está en el Gobierno,ejecutar es una opción más efectiva que prometer. Por eso el Presupuesto 2012 del país contó un incremento de 31% para las misiones sociales: 8.008 millones de bolívares a diferencia de los 6.094 millones del año pasado.
Las misiones sociales nacieron en 2003 como un plan estratégico para dar asistencia a los sectores más vulnerables de la población. De allí la retribución en votos que representan.
Incluso un trabajo elaborado por el diario zuliano La Verdad destacó en mayo pasado el papel de las misiones sociales para mantener vivo el nombre del presidente Chávez, quien debe ausentarse recurrentemente del escenario político a causa del cáncer que padece.
A juicio del analista Farith Fraija, cualquier programa social del Gobierno es una ventaja y una bandera electoral, pues “se posiciona en las expectativas de la gente“.
Entonces aparecen los patruyeros del Psuv, que son los encargados de difundir las bondades de la revolución chavista y deben preguntar en cada casa que visitan si hay alguna persona que necesite ayudas sociales. De esa manera captan votantes mientras el Presidente regresa de su “franca recuperación“.
Luis Vicente León comenta al respecto que el partido de gobierno busca “reducir la potencia de la oposición para que su base electoral sea más baja“.
Este año, casi todos los programas sociales –en teoría– recibirán al menos la misma cantidad de dinero que durante 2011, salvo casos como la Misión Alimentación o la Misión Niñas y Niños del Barrio.
Por ejemplo, el programa para la seguridad alimentaria y el desarrollo rural Casa, de la Misión Alimentación, comenzó a recibir 2.300 millones de bolívares, o sea que se incrementaron sus ingresos en 7,5%.
Pero el mayor incremento lo tuvo la Misión Niñas y Niños del barrio: 1000% con respecto a 2011: de 19,5 millones a 267 millones.
Sin embargo, en la reorganización que supone un año electoral, algunas misiones sí están recibiendo menos dinero que durante 2011: la Misión Identidad pasó de 93,7 millones a 20,2, y la Misión Milagro, menos de la mitad.
Todas estas asignaciones pueden incrementarse a través de créditos adicionales, pues la política del presidente Chávez ha sido definir tales ayudas como “justicia social”. La analista Mercedes Pulido cree que el mandatario buscó las áreas más problemáticas para manejarlas con un discurso con base en el amor para motivar al electorado.
“El Presidente es un fenómeno político, con influencia mundial, capaz de mantenerse arriba en las encuestas sin estar presente”, dijo Pulido.
En todo caso, las fuerzas opositoras al Gobierno no critican el incremento de recursos para las misiones sociales, incluso el candidato Henrique Capriles propone darles caracter constitucional a través de una ley. Lo que rechazan los contrarios a Chávez es el precio del barril de petróleo que se usó para diseñar el presupuesto nacional.
En 2011, el barril de crudo promediaba 99,52 dólares, pero el Ejecutivo decidió calcular el presupuesto como si costara 40. Tras un año de críticas opositoras, 2012 fue calculado a 50 dólares cuando el costo real sigue cercano a los 100.
Un estudio del centro para las Investigaciones Económicas y Políticas de Estados Unidos consideró en 2008 que Venezuela blindaba su economía y se libraba de la crisis mundial al calcular el barril a la mitad de su precio, pero las denuncias opositoras están basadas en la poca transparencia con la que se manejan esos recursos.
El diputado a la Asamblea Nacional Julio Borges, por ejemplo, ha venido denunciando un manejo absolutamente secreto de la mitad del presupuesto nacional.
“El Gobierno calcula su ingreso muy por debajo de la realidad. El año pasado a 40 dólares, este año a 50, y todo lo que entra a partir de ese monto lo manejan como les da la gana. Por eso yo digo que es una partida secreta”.
Aseguró que en varias oportunidades los diputados opositores han solicitado información sobre el dinero no previsto en el presupuesto.
“Todas las semanas planteamos que por favor nos digan cuánto dinero hay en esos fondos que maneja el Presidente. Pensábamos que el dinero era para las líneas del Metro de Caracas, pero todas sus inauguraciones fueron pospuestas. Igual los ferrocarriles”.
Dijo que el Gobierno prohibió al Banco Central de Venezuela publicar cifras oficiales luego de diez años, “de manera que publica las cifras que le da la gana”, criticó.
La oposición también sostiene que la gestión de roja sólo brinda ayudas sociales a quienes apoyan la revolución chavista. El candidato Henrique Capriles asegura que eso se terminará cuando él sea el nuevo Presidente. Mientras tanto, el oficialismo llama “apátridas, majunches y cochinos” a sus contrincantes desestimando cualquier crítica y alegando que “la derecha” sólo busca acabar con el llamado Poder Popular.
Néstor Luis González
