EFE-Con tan solo tres años, un niño británico vive un verdadero drama. El pequeño Fred sufre una malformación genética que le impide transpirar. Esta situación obliga a sus padres a mantenerlo siempre con la temperatura corporal constante, de lo contrario podría morir.
El menor nació sin glándulas sudoríparas, por lo que si su temperatura corporal sube en exceso podría sufrir un ataque con fatales consecuencias, informó Daily Mail.
Para mantener su temperatura y salvar su vida, los padres de Fred recurren a ventiladores, rociadores de agua y bolsas de hielo.
“Hacemos todo lo posible para que no tenga calor, por lo que tiene que estar controlado todo el tiempo. (…) Cuando le sube la temperatura le dan convulsiones y es horrible”, indicó Sarah Jones, madre del pequeño.
Cuando nació, Fred debió ser reanimado porque tenía problemas respiratorios y estuvo en cuidados intensivos sus cuatro primeros días de vida. A los diez meses sufrió su primera crisis y desde entonces empezó un periplo de la familia por médicos y especialistas para encontrar un diagnóstico.