"Bo", el perro de la familia del presidente de EE.UU., Barack Obama, se alzó este año como protagonista de las decoraciones de Navidad de la Casa Blanca, llena de ornamentos en los que se reproduce la imagen del can.
Entre ellos, destacan los cuarenta "copos de Navidad" decorativos que están repartidos por la residencia presidencial y en los que aparece "Bo" -un can de la raza perro de agua portugués-, así como una réplica a tamaño real del animal, ataviada con un cordel de luces en la boca.
"Él (el perro) es casi tan grande como la casa, tiene una enorme personalidad", explicó hoy la primera dama, Michelle Obama, durante el acto en el que descubrió los adornos navideños para este año ante una multitud de familias militares.
El propio "Bo" hizo su aparición en el acto llevando un collar de campanillas y rápidamente fue abordado por los numerosos niños allí presentes, hijos de militares y quienes también pasaron algún tiempo elaborando productos artesanos navideños con la primera dama.
Junto con el perro, las cremalleras son la otra gran novedad de este año, puesto que han servido como base para confeccionar varios elementos decorativos.
La tradicional réplica gastronómica de la Casa Blanca contiene en esta edición unos 80 kilos de jengibre y más de 22 de chocolate, al que se le ha dado un tratamiento para lograr un colorido blanco lo más parecido posible a las paredes del histórico edificio de la capital estadounidense.
Se espera que más de 90.000 visitantes se acerquen durante las fiestas a la Casa Blanca en la que, además, se han decorado hasta 54 árboles de Navidad.
EFE