Durante la vida los seres humanos recibimos una infinidad de caricias, unas placenteras, otras no tanto. Pero, alguna vez te has preguntado cuál es el factor que determina en este contacto físico. Es posible que la respuesta esté en la corteza somatosensorial primaria de nuestra cabeza.
Un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de California reveló que la sensación placentera, o de rechazo, que produce una caricia, guiada por la vista, llega cuatro segundos antes de que se efectúe contacto físico.
La investigación, dirigida por la especialista Michael Spezion y publicada por la "Proceedings of the National Academy of Sciences", plantea además que la sensación producida por la caricia se encuentra ligada a un contexto emotivo.
A través del empleo de un escáner de resonancia magnética, los investigadores observaron que parte específica del cerebro interactúa en el momento que se efectúa una caricia: la corteza somatosesorial primaria.
Además, los especialistas descubrieron que, a diferencia de lo que se creía, no existe una ruta separada para procesar el aspecto físico del tacto en la piel, con el emocional.
El estudio abre las puertas para observar de una manera más científica el campo de los sentimientos y placeres humanos.
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