Más de 47 años después de ganar al Las Palmas, el Barcelona volvió a disfrutar de una matinal liguera en el Camp Nou, y lo celebró regalando a las miles de familias que hoy se dieron cita en el estadio una goleada ante el Getafe (6-1) que le consolidó como líder incontestable del campeonato.
Lo tuvo sumamente fácil, porque delante se encontró con un equipo plagado de bajas -las del sancionado Moiá y el lesionado Xavi Torres las más importantes de hoy- y que no pasa por su mejor momento tras haber ganado un solo partido, el de la pasada jornada ante el Deportivo, de los últimos once.
Se quedó el conjunto que dirige Luís García a medio camino de la nada. Dudó entre meterle mano al Barça apretándole arriba o esperándole pertrechado atrás y lo pagó caro. Porque si al Camp Nou no se viene con la determinación suficiente es casi imposible sacar un buen resultado.
Al Barcelona, en cambio, parece que le sienta bien jugar a las doce. Con media docena de futbolistas no habituales en el once, salió enchufado desde el inicio y pasó como un rodillo por encima del conjunto madrileño.
EFE