El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, plantó hoy un árbol de magnolia en la residencia presidencial israelí en un acto con el que ambas naciones expresaron el vínculo que las une.
El árbol, trasladado desde la Casa Blanca y de unos dos metros de altura, fue plantado en el jardín de la residencia que ocupa en estos momentos Simón Peres, con quien Obama celebró la primera entrevista de su agenda en esta gira por Israel, Palestina y Jordania.
El gobierno de Israel trata de destacar en todo momento la dimensión histórica de sus relaciones bilaterales con EEUU y disipar la impresión de muchos israelíes de que Obama ha roto esta amistad con políticas que perjudican al Estado judío.
Mañana, en una cena oficial, Peres le hará entrega de la Medalla Presidencial, una distinción recientemente institucionalizada y que pro primera vez será concedida a un jefe de Estado.
Obama la recibirá por ser "un verdadero amigo del estado de Israel", según los argumentos de la comisión que lo concede.
"Lo es desde el principio de su vida pública. Como presidente de EEUU estuvo al lado de Israel en tiempos de crisis y ha hecho contribuido de forma única a la seguridad del estado reforzando la cooperación entre los dos países", según la Comisión.
Un ejemplo de esa cooperación es el sistema antimisiles Iron Dome, que Obama pudo ver de cerca en el aeropuerto en el que aterrizó hoy.
Obama fue recibido en la residencia presidencial por decenas de niños de todo Israel que, con banderas de los dos países, les dedicaron la popular canción hebrea "Os traemos la paz" (Hevenu shalom alejem).
Después ambos presidentes se mezclaron con los niños en un ambiente distendido y a continuación tres de ellos agradecieron a Obama su apoyo a Israel y le cantaron "Tomorrow" en hebreo, árabe e inglés, antes de que los dos jefes de estado se retirasen para una entrevista en privado. EFE