El primer monumento al ateísmo en suelo estadounidense será inaugurado este mes en la pequeña ciudad de Starke, en el norte de Florida, considerada profundamente cristiana, a pocos metros de otro dedicado a los "Diez Mandamientos".
Pero esta inauguración de signo secular y descreído, que tendrá lugar el próximo 29 de junio, ha levantado ampollas entre muchos vecinos de esta pequeña y muy cristiana población de apenas 5.000 habitantes del condado de Bradford.
El monumento, todavía en construcción, consiste en un monolito de granito gris de unos 680 kilos de peso con una estela con citas de Thomas Jefferson, Benjamín Franklin, John Adams y Madalyn Murray O"Hair, fundadora de la organización Ateos Americanos, responsable de la instalación.
"No queremos provocar a grupos cristianos ni a nadie, pero si lo toman así qué le vamos a hacer. Sólo tratamos de ejercer nuestro derecho bajo la Primera Enmienda" a la Constitución, que reconoce la libertad de expresión, señaló hoy a Efe Dave Muscato, director de comunicaciones de "American Atheists".
Muscato explicó que su organización no estaba dispuesta a aceptar que el monumento erigido para honrar los mandamientos bíblicos estuviera instalado junto a la sede de un tribunal, en un terreno público propiedad del Gobierno local.
De manera que esta organización de ateos militantes decidió en 2012 pasar a la acción y demandar al condado por violar la Primera Enmienda a la Constitución, que contempla la separación de la Iglesia y el Estado, además de la libertad de expresión.
Pero la situación se tornó rocambolesca cuando las autoridades, para evitar un proceso por demanda en los tribunales, pidieron a los responsables de la colocación del monumento religioso que retiraran la obra.
De repente, cuenta divertido Muscato, el condado se encontró con un doble problema: la negativa de los cristianos a retirar su monumento religioso, con una amenaza de demanda por parte de estos si las autoridades procedían a su retirada, y la demanda de "American Atheists".
Finalmente, en una sesión de mediación o arbitraje, se acordó que permaneciera en el mismo lugar el monumento a los "Diez Mandamientos" y que los ateos pudieran instalar su propia obra, a pocos metros de la primera.
La pieza de piedra de granito en forma de banco cuenta con una estela de casi 1,5 metros de altura en un lateral, en una de cuyas caras se lee un texto de la presidenta de Ateos Americanos, Murray O"Hair, y aparece el nombre de la organización.
Una de las impías frases grabadas en el monumento dice: "Un ateo cree que se debería construir un hospital en lugar de una iglesia".
Se trata simplemente, en opinión de Muscato, de un monumento al "secularismo y a los padres fundadores" de EE.UU., una nación que "no fue fundada bajo los principios de los "Diez Mandamientos", sólo de un par de ellos -no matar y no robar- y el resto no son parte de los fundamentos de nuestro país".
En ese sentido, "el resto de los mandamientos son explícitamente religiosos" y "no tendríamos ningún problema si se exhiben en un monumento colocado en frente de una iglesia, pero no en un terreno propiedad del Gobierno. Eso es inapropiado", puso de relieve.
El monumento erigido por "American Atheists" mediante una subvención de la Stiefel Freethought Foundation, una organización privada que promueve los valores humanistas, incluirá además una lista de los castigos que recoge el Antiguo Testamento por trasgredir los "Diez Mandamientos", tales como la muerte por lapidación.
La organización dejó claro que, desde el principio, habían mantenido que los "Diez Mandamientos" no podían estar en una propiedad del Gobierno, y que la obra cristiana hacía sentirse a los ateos "ciudadanos de segunda clase".
Muscato aseguró que el monumento al ateísmo será inaugurado en la fecha prevista, pese a que puedan producirse ese día algunas manifestaciones de descontento de grupos religiosos y vecinos que se sientan heridos en sus creencias.
EFE